La obesidad es uno de los principales problemas de salud pública de nuestra sociedad. Actualmente el 13% de la población mundial presenta obesidad, cifra que en España es aún mayor, recoge Europa Press: el 21,6% de adultos entre 25 y 64 años son obesos.
En este contexto, un grupo de expertos reunidos en el XX Congreso Anual de la Sociedad Española de Obesidad, en Santiago de Compostela, han destacado el papel fundamental de la Dieta Mediterránea para el mantenimiento de un peso saludable a largo plazo, especialmente en personas con exceso de peso.
En un simposio dedicado a este tema, se ha subrayado la importancia de un enfoque holístico basado en la inclusión de alimentos, en contraste con las dietas restrictivas que carecen de base científica.
La obesidad es factor de riesgo y causa directa o indirecta de diversas enfermedades, como la diabetes tipo 2, hipertensión y otras patologías cardiovasculares, hígado graso no alcohólico, dislipidemia y ciertos cánceres. Por ello, es crucial abordarla desde su inicio, y quizás lo es más desarrollar estrategias de prevención que contribuyan a disminuir su incidencia.
Sin embargo, muchas veces por falta de guía profesional y conocimiento, hombres y mujeres optan por seguir pautas sin base científica. Estas dietas insanas se focalizan en la restricción de grupos alimentarios, poco sostenibles en el tiempo, y sin considerar otros aspectos del estilo de vida más allá de la alimentación.
La Dieta Mediterránea, al abordar las carencias nutricionales comunes en personas con sobrepeso -bajo consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y grasas saludables- se presenta como una estrategia eficaz y sostenible para alcanzar y mantener un peso saludable a largo plazo.
"La Dieta Mediterránea, rica en antioxidantes y nutrientes esenciales, no solo promueve un peso saludable, sino que también fortalece el sistema inmunológico y reduce el riesgo de enfermedades crónicas. Es un patrón alimentario completo y sostenible que debemos promover", ha afirmado Francisco Tinahones, Director científico de Ibima Plataforma BIONAND y jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico de Málaga.
Por su parte, Ascensión Marcos, fundadora del Grupo de Inmunonutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha abordado cómo la Dieta Mediterránea, a diferencia de las dietas de moda, se centra en la calidad nutricional y no en la restricción, promoviendo un estilo de vida equilibrado y contemplando otros aspectos más allá de la alimentación, como el movimiento, la salud psicológica, o la socialización.
1) Riqueza en frutas, verduras y hortalizas. Aportan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.
2) Incorporación de cereales integrales. Proporcionan energía sostenida y fibra.
3) Consumo regular de legumbres. Fuente de proteína vegetal, fibra y micronutrientes.
4) Presencia de grasas saludables. Aceite de oliva virgen extra, frutos secos y pescado azul.
5) Reducción del consumo de productos altamente procesados en lo posible.
6) Fomento de la comida consciente y la actividad física regular.
7) Cuidar la parte social de nuestra alimentación, realizando comidas en compañía.