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En los últimos años, el furikake, un tradicional condimento japonés, ha salido de las cocinas niponas para convertirse en una tendencia culinaria global. Este singular aderezo, creado como suplemento alimenticio, es un excelente añadido para aportar sabor a los platos que también ofrece importantes beneficios nutricionales. Ante la expectación que ha generado en los últimos tiempos, es lógico preguntarse qué es y para qué usa.

Para describir este curioso ingrediente, podemos decir que es una mezcla seca y granulada que tradicionalmente combina ingredientes como sésamo, pescado secb -por ejemplo, bonito o sardina-, algas marinas -como nori- y a menudo condimentos adicionales como sal, azúcar o especias. Aunque originalmente se utilizaba para sazonar arroz, su uso se ha extendido, convirtiéndose en un complemento ideal para sopas, ensaladas, verduras al vapor e incluso platos de pasta.

El furikake es un condimento, en principio, saludable, pero sus valores nutricionales pueden variar dependiendo de la variedad que elijamos. Por ejemplo, un furikake noritama, que incluye huevo en su composición, tendrá un mayor contenido en grasas en comparación con un furikake de wasabi, más ligero en este aspecto. Por ello, es recomendable revisar siempre la etiqueta nutricional de cada producto para adaptar su consumo a nuestras necesidades dietéticas específicas.

Rico en minerales pero bajo en sodio

Si tomamos como ejemplo 100 g de furikake de bonito, encontraremos aproximadamente 428 calorías, con 28 g de proteína, 42 g de hidratos de carbono (de los cuales solo 2 g son azúcares), 14,2 g de grasas y un contenido de colesterol de 71 g. Además, contiene 771 miligramos de sodio, lo que significa alrededor del 0,1% del que hay en la misma proporción de sal. Aunque es relativamente calórico, al usarse en cantidades pequeñas, no es algo que resulte problemático.

El furikake es rico en minerales. Uno de ellos es el calcio, un esencial para la formación y mantenimiento del tejido óseo. La deficiencia de calcio está relacionada con hasta un 30% de los casos de osteoporosis, una condición que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. Incorporar furikake en la dieta, puede mejorar la salud ósea, especialmente si se combina con otros alimentos ricos en vitamina D, que facilita la absorción de este mineral.

Otros minerales son el hierro y el yodo. El hierro, aunque se encuentra en menor proporción que el calcio, es esencial para prevenir la anemia, una condición caracterizada por bajos niveles de glóbulos rojos o hemoglobina. Por su parte, el yodo favorece el correcto funcionamiento de la glándula tiroides, importante para un metabolismo saludable. 

Proteínas y vitamina D

Cuando contiene copos de pescado como el bonito seco, algo que ocurre, sobre todo, cuando es casero, aporta proteínas de alta calidad que son fundamentales para la reparación, crecimiento y mantenimiento del tejido muscular. Esto lo convierte en un aliado excelente para quienes desean mantener o aumentar su masa muscular, ya sea en contextos de actividad física intensa o como parte de una dieta equilibrada.

No podemos olvidar que es rico en vitamina D, un nutriente que no solo contribuye a la salud ósea, sino que también juega un papel en la regulación del peso corporal. La vitamina D ayuda a controlar el apetito y puede estar asociada con una mayor eficiencia en la pérdida de peso. Sustituir la sal común por furikake como condimento no solo mejora el sabor de las comidas, sino que puede ayudar a mejorar la salud en general.