Un cuenco con espinacas.

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Nutrición

Los tres alimentos olvidados en España para perder más de 8 kilos a partir de los 40: inclúyelos en tu dieta

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Controlar el peso a partir de los 40 años puede parecer un desafío monumental, pero no tiene por qué serlo. Un estudio exhaustivo que abarcó más de dos décadas y analizó los hábitos alimenticios de más de 136.000 personas ha revelado información clave para quienes buscan perder peso de manera efectiva y sostenible.

Este estudio, publicado en la revista médica The British Medical Journal, identificó tres alimentos que no solo previenen el aumento de peso, sino que también ayudan activamente a reducirlo: granos integrales, frutas y verduras no feculentas. Estos tres pilares dietéticos emergen como aliados imprescindibles para quienes desean perder hasta 8 kilos y mantener una vida saludable y equilibrada.

El análisis del estudio puso de manifiesto la importancia de la calidad de los carbohidratos consumidos, destacando cómo estos afectan directamente el peso corporal. Los datos mostraron que un incremento de 100 gramos diarios de carbohidratos refinados, como almidones y azúcares añadidos, puede llevar a un aumento de entre 0,9 y 1,5 kilos en solo cuatro años.

Sin embargo, cuando estos carbohidratos son reemplazados por opciones de mayor calidad, como granos integrales, frutas o vegetales no feculentos, los resultados son drásticamente diferentes: los participantes lograron reducir de manera significativa su ganancia de peso e incluso lograron perder kilos.

Arroz y pan integral

Entre los alimentos más destacados, los granos integrales ocupan un lugar privilegiado. Estos alimentos, que incluyen opciones como la avena, el arroz integral y el pan integral, son mucho más que una simple fuente de energía. En el estudio, se demostró que un aumento de 100 gramos al día de estos granos estaba asociado con una reducción de 0,4 kilos en la ganancia de peso en comparación con aquellos que consumían carbohidratos refinados.

La clave radica en la fibra que contienen, la cual no solo promueve una sensación de saciedad prolongada, sino que también regula los niveles de glucosa en sangre. Este control de los niveles de azúcar ayuda a evitar los picos de hambre que suelen llevar a elecciones alimenticias menos saludables.

Frutas, una herramienta poderosa

Las frutas también demostraron ser una herramienta poderosa para quienes buscan controlar su peso. En la investigación se observó que un incremento de 100 gramos diarios en el consumo de frutas estaba vinculado a una reducción de 1,6 kilos en la ganancia de peso.

Este impacto se atribuye a los azúcares naturales presentes en las frutas, que no generan los desequilibrios metabólicos asociados con los azúcares refinados. Además, son una fuente riquísima de vitaminas, antioxidantes y fibra, lo que las convierte en un alimento esencial para una dieta equilibrada. Es por eso que incorporar más frutas a la dieta puede ser un paso sencillo y efectivo para mejorar la salud general y el control del peso.

Espinacas, pimientos y brócoli

Sin embargo, los verdaderos protagonistas de este estudio fueron las verduras no feculentas, como las espinacas, los pimientos y el brócoli. Estos alimentos demostraron tener el mayor impacto en la reducción del peso corporal. Un incremento de 100 gramos diarios en su consumo se asoció con una reducción de hasta 3 kilos en la ganancia de peso.

Esto se debe a su bajo índice glucémico, su alto contenido en agua y fibra, y su capacidad para sustituir alimentos más calóricos en las comidas. Estos vegetales no solo aportan nutrientes esenciales, sino que también ayudan a crear platos más voluminosos y satisfactorios sin un exceso de calorías.

Qué alimentos evitar

Por otro lado, los científicos también dejan claro qué alimentos deberían evitarse para mantener el peso bajo control. Los granos refinados, los vegetales feculentos como las papas y el maíz, y las bebidas azucaradas se identificaron como los principales culpables del aumento de peso.

Consumir 100 gramos adicionales de estos alimentos al día puede resultar en un aumento de hasta 2.6 kilos en un periodo de cuatro años. La lección aquí es inequívoca: no todos los carbohidratos son iguales, y elegir sabiamente puede marcar una gran diferencia.

Una de las estrategias más reveladoras de esta investigación fue la sustitución de alimentos. Reemplazar granos refinados o bebidas azucaradas por porciones equivalentes de granos integrales, frutas o vegetales no feculentos demostró ser una táctica efectiva para prevenir el aumento de peso e incluso para fomentar la pérdida gradual de kilos.

Este enfoque no solo es práctico, sino que también es sostenible a largo plazo, lo que lo convierte en una opción atractiva para quienes buscan un cambio duradero en sus hábitos alimenticios. Los beneficios de estos cambios fueron particularmente evidentes en personas con sobrepeso u obesidad, quienes mostraron los mayores avances al ajustar la calidad de los carbohidratos en sus dietas.

Para este grupo, la adopción de alimentos como granos integrales, frutas y vegetales no feculentos no solo ayudó a controlar el peso, sino que también mejoró su salud metabólica en general. En particular, las mujeres demostraron ser más susceptibles a los efectos positivos de estos cambios, lo que refuerza la importancia de un enfoque personalizado en la alimentación.