Una olla llena de garbanzos.

Una olla llena de garbanzos. iStock

Nutrición

El error común en España que cometemos al cocinar las legumbres: el aviso de la nutricionista María Labró

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Las legumbres deberían ser uno de los platos más presentes en nuestra dieta. Sin embargo, muchas personas en España prescinden de ellas porque no les gusta su sabor y terminan eligiendo otras opciones, aunque lo que no saben es que pierden una fuente muy importante de vitaminas y beneficios nutricionales

Por esta cuestión, todos los expertos nos recomiendan incluir varios platos de legumbres a la semana en nuestro menú, ya que supondrán un pequeño tesoro para cuidar nuestro organismo además de alimentarnos correctamente. Además, son platos perfectos para esta época del año, ya que contribuyen a conservar el calor corporal y a estar protegidos frente a resfriados. 

Eligiendo bien nuestras recetas podemos prepararnos platos diferentes, ricos y nutritivos que marcarán la diferencia entre un organismo fuerte y sano y aquel que sufre un principio de desnutrición. Las legumbres son un plato clásico, de hecho son conocidas muchas de ellas por estar preparadas mediante las recetas de las abuelas. Sin embargo, se podría decir que vuelven a estar de moda. 

Los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación aseguran que cada español comió durante 2023 una media de 3,34 kilos de este tipo de alimentos. Un incremento de más del 2% respecto al año 2022. Y a la cabeza de todas estas legumbres se situaban los garbanzos

Sin embargo, a medida que sube el consumo de estos productos también crecen los fallos y los errores a la hora de conservarlos y, sobre todo, de cocinarlos. Y es que hay una costumbre en España que siguen muchas personas y que devalúa la calidad de estos productos, haciendo que sean menos saludables de lo que realmente son. 

¿Cuál es el error común en España con las legumbres?

Casi todos los nutricionistas se ponen de acuerdo a la hora de valorar como uno de los productos más increíbles a las legumbres. Y es que son una fuente de beneficios nutricionales casi inabarcable. Así lo destaca la experta María Labró Capellas, quien a través de sus redes sociales enumera las virtudes de estos alimentos. 

La principal virtud de las legumbres es que son ricas en proteínas de origen vegetal y en fibra. Gracias a esto son un alimento muy saciante y que además ayudan a mantener un buen tránsito intestinal ayudando a proteger la microbiota. Y por si fuera poco, una ración de legumbres aporta vitaminas del grupo B, potasio, magnesio y hierro

Es precisamente la absorción de hierro lo que supone un proceso algo más complicado. "Es cierto que su absorción no es muy elevada, pero se puede solucionar con productos ricos en vitamina C". Y esto es así porque el organismo humano asimila más fácilmente el hierro procedente de fuentes animales que el de fuentes vegetales. 

Para solventar esa falta de hierro y esa dificultad de absorción es conveniente aportar otros productos como pimientos, tomates, kiwis o fresas. Esta es una cuestión muy importante, ya que aunque pase desapercibido, es un problema al que ya ponían remedio nuestras abuelas. 

Por ello, las recetas más tradicionales de lentejas siempre van acompañadas de productos como un poco de pimiento o de tomate. Ante esta situación que no todos conocen es necesario corregir este error tan común y tan repetido en España para hacer de platos como las lentejas o los garbazos uno de los preparados más nutritivos y saludables. Siempre todos estos platos llevan un aporte de verduras que marca la diferencia. 

Otro truco infalible es añadir zanahoria, la cual no solo aporta vitaminas, sino que también ayuda a nuestras defensas a defendernos de catarros y resfriados. Una cuestión que no sólo se repite con estos platos, ya que igual sucede cuando consumimos las legumbres en ensalada. Siempre aparecen rodeadas de verduras, frutas y hortalizas.

Por ello, expertos como la nutricionista María Labró recomiendan compensar esa falta natural de las legumbres incluso a través de nuestro postre, añadiendo una fruta como una simple naranja o una mandarina, tan habituales del invierno gracias a su vitamina C. Y con eso aportaremos a nuestro menú lo que le faltaba para ser perfecto.