La salud no es una ciencia finita en la que siguiendo un manual podamos estar libres de cualquier peligro o riesgo. Sin embargo, siempre podemos tomar camino o dar pasos hacia una situación a priori más segura. Y una de las grandes claves de nuestro bienestar se encuentra en el cuidado de nuestra alimentación.
Eligiendo según qué productos podemos estar más seguros que si optamos por una alimentación repleta de grasas y azúcares. Porque comer sano no sólo alarga la vida, sino que también nos permite vivir mejor durante todos esos años. Aunque no siempre es fácil, ya que es muy sencillo sucumbir ante ciertos placeres y excesos.
Una cuestión muy importante es saber cómo estructuramos nuestra dieta. Y es que algunas de estas opciones son muy conocidas por el gran público, como sucede con la famosa dieta mediterránea, pero sigue habiendo detalles que se nos escapan al no conocerlas en profundidad.
Otras dietas muy famosas son también la paleolítica, la cual está basada en alimentos similares a los que se podrían haber consumido durante esta era como carnes magras, pescado, frutas, verduras, frutos secos y semillas. Otra también es la dieta DASH, basada en productos bajos en sal y ricos en potasio, calcio y magnesio.
Junto a estas dietas, seguramente las más conocidas, tenemos también la dieta keto, la cetogénica, la atkins o aquellas que incluyen el ayuno intermitente. Sin embargo, hay una dieta muy poco conocida en la mayoría de España, pero que según todos los expertos está repleta de virtudes y ventajas. De hecho, es tan beneficiosa para el organismo que está demostrado que reduce los niveles de mortalidad. Se trata de la dieta atlántica.
¿Qué es la dieta atlántica?
La dieta atlántica es un patrón de alimentación poco conocido en España, sobre todo en la parte central y en el sur. Sin embargo, hay algunas regiones de nuestro país como Galicia o incluso el norte de Portugal donde sí es muy popular. Y las personas que la siguen notan sus beneficios y sus resultados.
Este programa de alimentación tiene un impacto muy positivo en el cuerpo, ya que de hecho reduce los niveles de mortalidad y el riesgo de sufrir enfermedades graves como afecciones cardiovasculares o incluso el cáncer. Además, entre los beneficios de esta pauta de alimentación se encuentran mejorar la microbiota intestinal y combatir sobrepeso y la obesidad.
Durante el XX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad celebrado en Santiago de Compostela se ha presentado un estudio que analizaba esta dieta en países como España, Polonia, República o Reino Unido. Y ahora, la profesora Rosario Ortolá, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, ha explicado así las conclusiones.
"Una mayor adherencia a la dieta atlántica está relacionada con una menor mortalidad por todas las causas, desde causas cardiovasculares hasta cáncer, con beneficios similares a los de otros patrones dietéticos saludables". Una afirmación que se sustenta en datos, ya que las personas que siguen estas dietas tienen un índice de mortalidad del 15%.
Este tipo de dietas se asocia con niveles bajos en algunos de los factores que generan riesgo de dolencias cardiovasculares como el colesterol, los triglicéridos, la resistencia a la insulina, la presión sanguínea, el elevado peso corporal o el perímetro de cintura, entre otros.
Esta experta asegura que los beneficios de esta dieta son muchos y variados ya que también nos ayudan a conservar un buen estado de ánimo y a cuidar nuestra microbiota intestinal. Además, es claramente recomendable para personas de una edad avanzada.
Esta dieta se caracteriza por un elevado consumo de alimentos frescos, de temporada de origen local entre los que destacan las frutas, las verduras, y los cereales integrales. En ella no faltan el pan, las legumbres, las patatas, los pescados y algunos productos lácteos.
En el apartado de los pescados, donde se incluyen mariscos, se recomienda un consumo de entre tres y cuatro veces por semana. Y en el capítulo de los lácteos, apostar por la leche y el queso. Por otro lado, obliga a reducir el consumo de carne de ternera y cerdo. Todo lo contrario que las frutas y verduras, las cuales se recomiendan consumir a diario, sobre todo el grelo, la berza o el repollo. Y no pueden faltar el aceite de oliva e incluso el vino en las comidas.
¿Cómo ayuda a luchar contra el sobrepeso?
Una de las grandes recomendaciones de la dieta atlántica es para aquellas personas que padecen sobrepeso. El estudio GALIAT demostró que en un periodo de seis meses se pueden mejorar factores como el peso corporal reduciendo así el IMC, las medidas de adiposidad e incluso los niveles de colesterol.
"En 6 meses, los adultos del grupo de intervención perdieron 1,1 kg de peso corporal y redujeron 5,2 mg/dl de colesterol total en comparación con el grupo control. También se observaron mejoras en otras variables antropométricas y niveles de colesterol LDL, confirmando los efectos positivos de la dieta atlántica sobre la adiposidad y el perfil lipídico". Así lo explicaba María del Mar Calvo Malvar, del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.