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Asociada a las tardes frescas y los aromas de los puestos callejeros, cuando hablamos de las castañas, nos estamos refiriendo a una auténtica bomba de nutrientes originaria de regiones montañosas. Su cultivo y tradición en países como España aportan un gran valor cultural junto con unas propiedades que la convierten en un alimento muy popular. Una afirmación que se demuestra con el hecho de que los supermercados se preocupan de contar con las existencias necesarias para hacer frente a su alta demanda.

Un ejemplo de ello es Mercadona, que ahora ofrece a sus clientes una malla de castañas de 500 g por un precio de 3,25€. Aunque no se ofrecen detalles de sus valores nutricionales, según la Fundación Española de Nutrición (FEN), 100 g contienen 209 calorías, 3 g de proteínas, 2,6 g de lípidos totales, de los cuales 0,38 g son ácidos grasos saturados, 0,82 g son ácidos grasos monoinsaturados y 0,87 g son ácidos grasos poliinsaturados. Además, contienen 40 g de hidratos de carbono, 6,8 gramos de fibra y un 47,6% de agua.

Mallas castañas Mercadona

Por tanto, una de las principales diferencias de las castañas con otros frutos secos como las almendras o las nueces, es que contienen una baja cantidad de grasas y calorías, lo que las convierte en una opción más ligera para quienes buscan cuidar su peso o mantener una dieta equilibrada.

Nutrientes esenciales

Además, las castañas son una fuente excepcional de nutrientes esenciales. Son ricas en vitaminas del grupo B, como la B1, B2 y B6, fundamentales para el sistema nervioso y el metabolismo, y contienen vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico y actúa como antioxidante. En cuanto a minerales, aportan potasio, fósforo, magnesio y hierro, imprescindibles para mantener una buena salud ósea, muscular y cardiovascular.

Además de su valor nutricional, las castañas son aliadas de la salud digestiva gracias a su alto contenido en fibra. Esta característica no solo ayuda a prevenir el estreñimiento, sino que también regula los niveles de colesterol en sangre y contribuye a mantener una flora intestinal saludable. Al generar una mayor sensación de saciedad, son ideales para incluir en dietas equilibradas, especialmente en aquellas orientadas al control del peso.

Otro aspecto destacado es su capacidad para aportar energía de forma sostenible. Sus carbohidratos se liberan gradualmente, evitando picos de azúcar en sangre y proporcionando una fuente constante de energía. Por ello, son una opción excelente para personas con una alta demanda energética diaria. Asimismo, su bajo contenido en grasas saturadas y sodio, junto con su aporte de potasio y antioxidantes, las hace perfectas para mantener la salud cardiovascular en buen estado, reduciendo el riesgo de enfermedades del corazón.

¿Sabías que…?

Las castañas, y los castañeros y las castañeras, forman parte del paisaje invernal de muchas ciudades de España. Algo que es lógico si tenemos en cuenta que el cultivo del castaño tiene una larga tradición que se remonta a tiempos romanos. Los castañares se concentran principalmente en regiones montañosas con climas húmedos y suelos fértiles. Galicia es la principal productora de castañas en el país. En 2022, en esta región, se produjeron 100.000 toneladas de castañas

Asturias y León también cuentan con una importante producción, siendo parte esencial de su economía rural. En regiones como Extremadura y Andalucía, especialmente en zonas como la Sierra de Aracena y el Valle del Genal, la producción de castañas se combina con la explotación del castaño para madera. Este cultivo genera un producto muy apreciado por su sabor y sus propiedades, pero también juega un papel importante en la protección del ecosistema, ayuda a prevenir la erosión del suelo y fomenta la biodiversidad.

Con esta presencia tan importante en nuestra gastronomía y cultura, la castaña es protagonista de datos curiosos e interesantes. Por ejemplo, durante siglos, fueron una base alimenticia en épocas de escasez, sobre todo en invierno. Se las conocía como "el pan de los pobres" debido a su capacidad para sustituir al cereal en muchas regiones rurales.

También son un alimento muy versátil. La forma más tradicional de disfrutarlas es asadas, especialmente en los días fríos, pero también pueden consumirse hervidas o al vapor, ideales para acompañar platos principales. Su textura suave las convierte en una base perfecta para purés, ideales para postres o guarniciones, mientras que su harina se utiliza en la elaboración de panes, galletas y tortas aptos para celíacos.

Además de su valor gastronómico, el castaño también ofrece otros beneficios. Por ejemplo, las hojas de este árbol han sido utilizadas durante siglos en la medicina tradicional, especialmente en infusiones para aliviar problemas respiratorios como la tos o la bronquitis.