Una investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha ha demostrado que una dieta poco sana y el estrés provocan enfermedades en el intestino como la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa. Este estudio puede ayudar a que las personas tengan menos enfermedades del estómago y del intestino con una vida más saludable, recoge Europa Press.
Los resultados de la investigación han demostrado que consumir muchos hidratos de carbono y grasas, y comer poca fibra en contrapartida, provocan enfermedades en el intestino. Por contra, las verduras, las frutas y los granos integrales tienen mucha fibra y son muy buenos para la salud.
También la ansiedad y vivir en una ciudad favorecen tener una mala digestión y problemas en el intestino, informa la institución académica. El profesor Juan Manuel Carmona Torres, de la Facultad de Fisioterapia y Enfermería de Toledo, ha dirigido esta investigación.
El profesor Carmona ha destacado que este estudio es muy importante para conocer las causas por las que tantas personas sufren hoy Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII). El estudio refuerza la idea de la relación que hay entre la alimentación, el lugar en el que vivimos, la genética que heredamos y las enfermedades del intestino.
"Al identificar estos factores y población de riesgo, podría ser posible promover políticas de salud y campañas preventivas con el objetivo de disminuir el aumento de casos. Modificando ciertos hábitos nutricionales como puede ser el aumento de consumo de fibra puede ayudar a prevenir la aparición de EII", sostiene Carmona.
En el equipo de investigación han participado el estudiante Víctor Serrano Fernández y los profesores José Alberto Laredo Aguilera, Carlos Navarrete Tejero, Ángel López Fernández-Roldán y Brígida Molina Gallego.
En el estudio han participado 312 personas, que fueron divididas en 2 grupos. Uno estaba constituido por personas con enfermedad inflamatoria intestinal y el segundo por personas sanas. Los participantes respondieron a un cuestionario sobre los alimentos que comen, el nivel de ansiedad y estrés que resiente, y el lugar en el que viven, sea campo o ciudad.
Desde el punto de vista científico, la identificación de estos factores de riesgo representa un avance en la comprensión de las causas de las EII, cuyo origen exacto aún se investiga y parece estar relacionado tanto con factores genéticos como con el sistema inmunitario.
Este estudio de la UCLM pone de manifiesto la necesidad de continuar investigando la relación entre alimentación, entorno y genética para obtener un conocimiento integral de estas patologías y, en el futuro, desarrollar tratamientos y estrategias preventivas más efectivos.