Gemelos. Shuttestock.

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Nutrición

Somos gemelos: esto es lo que les ocurrió a nuestros cerebros cuando uno dejó de tomar fruta y verdura y el otro no

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La evidencia científica no deja de repetir la misma premisa: el estilo de vida es fundamental para reducir el impacto de la mayoría de las enfermedades que afectan al mundo moderno, desde las patologías cardiometabólicas -diabetes, obesidad- hasta las mentales como la depresión o la ansiedad. Y dentro de esos factores, una buena nutrición es uno de los pilares básicos.

Un nuevo estudio publicado en Scientific Reports, de mano de los investigadores del Centro para el Envejecimiento Cerebral Saludable (CHeBa) de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) de Sídney, aporta evidencias del vínculo existente entre la alimentación y el riesgo de sufrir depresión. En este caso, la cantidad de fruta y verdura que consumimos podría marcar la diferencia, como demuestran los estudios con gemelos.

Estos estudios gemelares son herramientas poderosas para discernir el papel que juega la genética y el entorno en el desarrollo. Los gemelos idénticos comparten el 100% de sus genes, y los mellizos un 50% de promedio. Además, suelen criarse juntos en la misma familia. Las diferencias entre ellos se deben fundamentalmente a las experiencias que tuvo uno de ellos, pero no el otro, a partir de la adolescencia. Sabiendo esto, los investigadores examinaron la posible asociación entre el consumo de frutas y verduras y la depresión en gemelos mayores de 45 años.

Los investigadores examinaron la asociación entre el consumo inicial de frutas y verduras y los síntomas depresivos en 3.483 parejas fraternas. Recopilaron datos de cuatro estudios longitudinales con hasta 11 años de duración en Australia, Dinamarca, Suecia y Estados Unidos. Según los resultados, los hermanos que siguieron tomando 2 raciones de frutas y 2 raciones de verduras al día tuvieron menos síntomas depresivos a largo plazo.

Por el contrario, sus hermanos que redujeron el consumo a 0,3 raciones de frutas y 0,5 de verduras respectivamente al día sufrieron más problemas psicológicos. No obstante, incluso el consumo "elevado" en cuanto a frutas y verduras seguía estando muy por debajo de las recomendaciones dietéticas de la mayoría de los países. esto les hace preguntarse qué resultados habrían visto si estos participantes hubiesen llegado al mínimo de ingesta diaria recomendada.

"Descubrimos que el consumo de frutas y verduras en los dos grandes estudios escandinavos fue particularmente bajo, siendo el promedio de ambos menos de la mitad de la ingesta recomendada por la Organización Mundial de la Salud, con al menos cinco porciones por día", explica Karen Mather, líder del Grupo de Genómica y Epigenómica de CHeBa. "No tenemos claro cuál sería la reducción en las puntuaciones de depresión si se aumentase la ingesta a los niveles recomendados".

Los investigadores sospechan que el efecto que tienen frutas y verduras sobre la depresión estaría relacionado en parte con el microbioma. Sin embargo, el estudio tuvo muchas limitaciones, como carecer de información sobre los niveles de actividad física, usar cuestionarios diferentes de consumo en cada estudio, o el hecho de que los síntomas depresivos fueron autoinformados y no por diagnóstico clínico.

Aún así, los investigadores abogan por tener en cuenta estos resultados para poder aconsejar mejor a la población sobre la importancia de consumir unos niveles adecuados de frutas y verduras, para mejorar la salud en general y la salud mental en particular.