P. Fava
Publicada

Un estudio de la Clínica Cleveland (Estados Unidos) ha identificado factores clave que pueden afectar la pérdida de peso a largo plazo de pacientes con obesidad a quienes se les recetó semaglutida o liraglutida inyectables para el tratamiento de la diabetes tipo 2 o la obesidad. El estudio se publica en 'JAMA Network Open', recoge Europa Press.

"En pacientes con obesidad a quienes se les recetó semaglutida o liraglutida, descubrimos que la reducción de peso a largo plazo variaba significativamente según el principio activo, la indicación del tratamiento, la dosis y la persistencia con el medicamento", relata Hamlet Gasoyan, autor principal del estudio e investigador del Centro de Investigación de Atención Basada en el Valor de la Clínica Cleveland.

La semaglutida (que se vende bajo las marcas Wegovy y Ozempic) y la liraglutida (que se vende bajo las marcas Saxenda y Victoza) son agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 o medicamentos GLP-1 RA. Estos medicamentos ayudan a reducir los niveles de azúcar en sangre y promueven la pérdida de peso.

En este estudio, los investigadores identificaron los factores clave que se asociaron con la pérdida de peso a largo plazo de los pacientes con obesidad. También indicaron los elementos que se vincularon con la probabilidad de lograr una pérdida de peso del 10% o más. Para ello se incluyó a 3.389 pacientes adultos con obesidad que iniciaron el tratamiento con semaglutida o liraglutida inyectable entre el 1 de julio de 2015 y el 30 de junio de 2022. El seguimiento finalizó en julio de 2023.

Al inicio del estudio, el índice de masa corporal basal medio entre los participantes del estudio era de 38,5; el 82,2 % tenía diabetes tipo 2 como indicación de tratamiento. La mayoría de los pacientes recibieron tratamiento para la diabetes tipo 2. Al 39,6 % se les recetó semaglutida para la diabetes tipo 2, al 42,6 % liraglutida para la diabetes tipo 2, al 11,1 % semaglutida para la obesidad y al 6,7 % liraglutida para la obesidad.

En promedio, el cambio de peso fue de -5,1 % con semaglutida frente a -2,2 % con liraglutida. Los pacientes experimentaron un cambio de peso medio del -3,5 % con la dosis de mantenimiento baja frente al -6,6 % con la dosis alta. Por otra parte, los pacientes que recibieron medicamentos para la diabetes tipo 2 experimentaron un cambio de peso medio del -3,2% en comparación con el -5,9% en el grupo de tratamiento para la obesidad.

los pacientes que fueron persistentes con la medicación experimentaron un cambio de peso del -5,5% frente al -2,8% entre los pacientes que tuvieron entre 90 y 275 días de cobertura de medicación durante el primer año, y el -1,8% entre los que tuvieron menos de 90 días de cobertura. Cuatro de cada diez pacientes (40,7 %) seguían tomando su medicación un año después de haber recibido la receta inicial. El 45,8 % seguía tomando semaglutida frente al 35,6 % de la liraglutida.

Entre los pacientes que persistieron con su medicación a los 12 meses, la reducción promedio en el peso corporal fue de -12,9% con semaglutida para la obesidad, en comparación con -5,9% con semaglutida para la diabetes tipo 2. La reducción en el peso corporal fue de -5,6% con liraglutida para la obesidad, en comparación con -3,1% con liraglutida para la diabetes tipo 2.

Los estudios han demostrado que lograr una pérdida de peso sostenida del 10 % o más proporciona beneficios para la salud clínicamente significativos. En general, el 37,4% de los pacientes que recibieron semaglutida para la obesidad lograron esta reducción del peso, en comparación con el 16,6% de los pacientes que recibieron semaglutida para la diabetes tipo 2. En comparación, el 14,5% de los que recibieron liraglutida para la obesidad lograron una reducción del peso corporal del 10% o más, frente al 9,3% de los que recibieron liraglutida para la diabetes tipo 2.

Entre los pacientes que persistieron con su medicación un año después de sus prescripciones iniciales, la proporción que logró una reducción de peso del 10% o más fue del 61% con semaglutida para la obesidad, del 23,1% con semaglutida para la diabetes tipo 2, del 28,6% con liraglutida para la obesidad y del 12,3% con liraglutida para la diabetes tipo 2.

Teniendo en cuenta variables sociodemográficas y clínicas relevantes, los siguientes factores se asociaron con mayores probabilidades de lograr una reducción de peso del 10% o más un año después de las prescripciones iniciales: recibir semaglutida versus liraglutida; una dosis alta de mantenimiento del medicamento versus una dosis baja; la obesidad como indicación de tratamiento frente a la diabetes tipo 2; pacientes que persistieron con la medicación durante el primer año; pacientes que tenían un IMC inicial más alto; y mujeres versus hombres.

"Nuestros hallazgos ayudarán a informar a los pacientes y a los proveedores sobre algunos de los factores clave que se asocian con la probabilidad de lograr una pérdida de peso sostenida de una magnitud lo suficientemente grande como para proporcionar beneficios de salud clínicamente significativos", destaca el doctor Gasoyan. "Y refuerza la idea de que la persistencia es clave para lograr resultados significativos".