Dan Buettner junto a un centenario de la isla griega de Ikaria. Bluezones.com

Dan Buettner junto a un centenario de la isla griega de Ikaria. Bluezones.com

Nutrición

Dan Buettner, el gran sabio de la longevidad: "Sólo hago dos comidas al día, como hacen los centenarios"

Entre sus recomendaciones, destaca la de incluir alubias y otras legumbres en el desayuno y en la cena.

Más informacion: Llevo décadas estudiando la longevidad y estos son los 2 alimentos clave en España para vivir 100 años

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En la mitología griega, Tithonus fue un príncipe troyano amado por la diosa Eos, quien pidió a Zeus que le concediera la inmortalidad. Sin embargo, olvidó pedir también la eterna juventud. Así, Tithonus vivió para siempre, pero envejeciendo sin cesar, hasta convertirse en una figura consumida por el paso del tiempo. Este mito no solo es una advertencia sobre los peligros de desear una vida eterna sin considerar sus implicaciones, sino que también refleja una obsesión humana que ha perdurado a lo largo de la historia: vivir más y más tiempo.

En la actualidad, aunque hemos dejado de buscar la inmortalidad, y todo lo que ello significaría -como relata en nobel Saramago en su popular Las intermitencias de la muerte-, la ciencia y la investigación han tomado el relevo de la mitología en la carrera por extender la vida. Una aspiración que ha guiado el trabajo de Dan Buettner, uno de los mayores expertos en longevidad del mundo, quien ha dedicado su vida a investigar a las personas más longevas del planeta.

Una de sus principales aportaciones a la investigación sobre la duración de la vida ha sido el estudio de las denominadas "zonas azules" -término acuñado por él-, que se refiere a los lugares del mundo donde la esperanza de vida de los residentes supera la media. Un trabajo de toda una vida que le ha llevado a obtener una serie de conclusiones sobre cómo los hábitos inciden en el desarrollo y la duración de nuestra vida.

La alimentación es fundamental

Sin duda, la alimentación condiciona de forma muy profunda nuestra salud y, por extensión, nuestra esperanza de vida. "He pasado 20 años estudiando a las personas más longevas, y sé lo que hacen como poblaciones para vivir mucho tiempo", explicó Buettner al medio estadounidense CNBC Make It. Con el conocimiento atesorado, Buettner ha contado en multitud de ocasiones cuáles son los alimentos deberíamos comer en mayor medida y cuáles solo de forma ocasional.

"Siempre como alubias y trato de incluirlas en el desayuno y en la cena", explica. "Empiezo el día con minestrone sardo, que tiene tres tipos de frijoles y alrededor de cinco tipos de verduras", con hojuelas de pimiento rojo ricas en capsaicina y un poco de orégano y romero ricos en antioxidantes. Afirma que, gracias a sus investigaciones, ha descubierto que las personas que comen una taza de frijoles al día tienden a vivir unos cuatro años más que quienes no lo hacen. 

A pesar de todo, el especialista afirma que no es "uno de esos millonarios obsesionados de Silicon Valley que sacrifican el disfrute de la vida diaria para ver si podemos añadir algunos años al final". Por eso, suele salir a comer fuera de casa, aunque reconoce que esto no siempre se ajusta a una dieta de longevidad. "Es difícil comer de forma realmente saludable cuando sales, sin importar a dónde vayas", afirma. Por eso, recomienda optar por comidas a base de plantas y elige guarniciones como alubias, espinacas, patatas asadas, curry y garbanzos.

Poca carne y ayuno

Entre los alimentos que recomienda consumir con moderación destaca, por encima de todos los demás, la carne. "Mi alimentación es en un 98% vegetal. No como carne en absoluto", explica. Una afirmación que contrasta con el hecho de que el estadounidense promedio consume alrededor de 100 kilos de carne al año, mientras que los residentes de las zonas azules solo comen alrededor de 10 kilos.

Aunque él mismo se abstiene de comer carne, no cree necesario prescindir totalmente de ella. "Las personas en las zonas azules sí comían un poco de carne", explica. Por eso, afirma que puede no ser un alimento negativo siempre que se consuma con moderación. "Creo que una dieta para la longevidad probablemente tiene espacio para la carne una vez a la semana o algo así, sin demasiado daño", afirma.

Para Buettner, qué comer es importante, por supuesto. Pero lo ideal es que esta vaya acompañada de pautas que refuercen sus efectos positivos. Entre otras, destaca el ayuno intermitente natural que practican muchas de las personas más longevas del mundo. "Sé que las personas más longevas consumen la mayoría de sus calorías en un lapso de unas 10 o 12 horas", afirma Buettner. "Por eso, normalmente hago solo dos comidas al día", sentencia.