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Bri Mahon fue diagnosticada con un cáncer colorrectal en estadio 3.
Tengo 31 años y me han diagnosticado cáncer de colon: los síntomas en gente joven en España que no debes ignorar
Se trata de un tumor cada vez más prevalente en los países occidentales pero la causa no está del todo clara.
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El cáncer colorrectal ha sido históricamente considerado una enfermedad que afecta principalmente a adultos mayores, pero las tendencias recientes están desafiando esta percepción.
Datos de la Sociedad Americana contra el Cáncer muestran que aproximadamente 150.000 estadounidenses son diagnosticados con esta enfermedad cada año, y lo que resulta particularmente preocupante es el aumento de casos en personas menores de 50 años.
De hecho, en 2019, el 20% de los diagnósticos de cáncer colorrectal ocurrieron en menores de 55 años, una cifra que ha prácticamente duplicado el 11% registrado en 1995. Esta tendencia, que no se limita a Estados Unidos sino que también se observa en otras naciones occidentales, ha despertado inquietud entre la comunidad científica y médica, que busca comprender las razones detrás de este fenómeno.
Síntomas que no se deben pasar por alto
El hecho de que la incidencia de este tipo de cáncer esté aumentando en adultos jóvenes plantea serios desafíos en términos de detección y tratamiento.
Una de las razones principales por las que el cáncer colorrectal en este grupo de edad suele diagnosticarse en etapas avanzadas es la subestimación de los síntomas tanto por parte de los pacientes como de los médicos.
A menudo, síntomas como cambios en los hábitos intestinales, fatiga crónica o sangrado rectal son atribuidos a problemas menores como síndrome del intestino irritable (IBS, por sus siglas en inglés), hemorroides o estrés.
Este retraso en el diagnóstico puede reducir significativamente las tasas de supervivencia, ya que el cáncer colorrectal detectado en estadios tempranos tiene una tasa de supervivencia del 90%, mientras que en estadios avanzados esta cifra desciende drásticamente.
Uno de los casos que ha captado la atención en redes sociales es el de Bri Mahon, una joven madre de 31 años que fue diagnosticada con cáncer colorrectal en estadio 3. Mahon, quien compartió su experiencia a través de TikTok, explicó que durante años había sufrido de síntomas gastrointestinales inespecíficos, como hinchazón, fatiga extrema y alteraciones en sus hábitos intestinales.
En un principio, atribuyó estos malestares a su dieta o a condiciones como el síndrome del intestino irritable. Sin embargo, con el tiempo sus síntomas empeoraron, llegando a experimentar un cansancio incapacitante y episodios de sangrado rectal. Tras ser evaluada por un especialista en gastroenterología, se sometió a una colonoscopia que reveló la presencia de un tumor en su colon. Su historia refleja la importancia de escuchar las señales del cuerpo y buscar atención médica sin demora.
Dolor abdominal persistente, diarrea o estreñimiento
El cáncer colorrectal en adultos jóvenes presenta una sintomatología que puede ser fácilmente confundida con otras afecciones menos graves. Estudios recientes han identificado algunos de los signos de advertencia más comunes en pacientes menores de 50 años, destacando que la presencia de síntomas como dolor abdominal persistente, episodios recurrentes de diarrea o estreñimiento, fatiga extrema y sangrado en las heces debería ser motivo de alarma.
Un informe del Instituto Nacional del Cáncer subraya que la presencia de uno solo de estos síntomas casi duplica la probabilidad de un diagnóstico de cáncer colorrectal de inicio temprano, mientras que la combinación de tres o más eleva el riesgo hasta seis veces.
Los expertos advierten que no solo el sangrado rectal, sino también la consistencia y el color de las heces pueden ser indicadores clave de un posible cáncer colorrectal. Mientras que el sangrado causado por hemorroides suele ser de un rojo brillante, la sangre asociada con tumores colorrectales tiende a ser más oscura, casi negra, debido a su origen en una parte más alta del tracto digestivo, lo que permite que la sangre se oxide antes de su expulsión.
Además, la presencia de heces extremadamente delgadas y cambios persistentes en los hábitos intestinales, como episodios prolongados de estreñimiento seguidos de diarrea, pueden ser señales de alerta de una posible obstrucción tumoral en el colon.
Expertos piden rebajar la edad de cribado
Uno de los mayores retos en la lucha contra el cáncer colorrectal en adultos jóvenes es la falta de programas de detección dirigidos a esta población. Hasta hace pocos años, la edad recomendada para una colonoscopia de rutina era de 50 años, pero debido al creciente número de casos en personas más jóvenes, la Asociación Americana de Gastroenterología ha reducido la edad recomendada a 45 años.
No obstante, esta medida sigue dejando fuera a muchos adultos de entre 20 y 40 años que podrían beneficiarse de una detección temprana. Para aquellos con antecedentes familiares de cáncer colorrectal o enfermedades inflamatorias del intestino, la recomendación es comenzar las pruebas aún antes.
El problema no se limita a Estados Unidos. En España, el cáncer colorrectal es el más diagnosticado entre la población general y la cuarta causa de muerte por cáncer en el país.
Esta tendencia preocupa a los oncólogos, quienes advierten que el envejecimiento de la población, los hábitos de vida poco saludables y la falta de detección temprana podrían agravar aún más la situación en los próximos años.
Por qué ha aumentado entre los jóvenes el cáncer de colon
Si bien aún no se comprenden completamente las razones detrás del aumento del cáncer colorrectal en jóvenes, algunos factores de riesgo han sido identificados. La obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo y el consumo excesivo de carnes procesadas y bebidas alcohólicas han sido señalados como posibles contribuyentes.
Investigaciones han demostrado que una dieta baja en fibra y alta en grasas saturadas puede alterar la microbiota intestinal, creando un ambiente propicio para el desarrollo de células cancerígenas en el colon. También se ha sugerido que la exposición a sustancias químicas en los alimentos y en el medio ambiente podría jugar un papel en el aumento de casos en esta población.
Para reducir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, los expertos recomiendan adoptar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación rica en fibra proveniente de frutas, verduras y cereales integrales, junto con la reducción del consumo de carnes procesadas.
Además, evitar el tabaco, reducir el consumo de alcohol y mantenerse físicamente activo son medidas clave para la prevención. La investigación continúa en este campo, con el objetivo de desarrollar estrategias de detección más efectivas y accesibles para toda la población.