J. Rodríguez
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La leche es uno de los alimentos de toda la vida en España que más mitos arrastra. Y, de hecho, hay quienes opinan que es un elemento imprescindible en cualquier dieta y quienes sostienen que los adultos no deberían tomarla. Los expertos sostienen que la verdad se encuentra en un punto medio y que los lácteos, para quienes los toleran, son una buena fuente de calcio y proteínas. Eso sí, sus nutrientes se pueden encontrar en otros alimentos.

Es decir, que si nos sientan bien los lácteos, no hay ningún problema en tomarlos. Pero no es necesario tomar tres lácteos al día como se solía decir si estás tomando alimentos ricos en proteínas, en calcio —como las almendras o las sardinas en lata— y en vitaminas. Eso sí, si compras en el supermercado es importante tener claro cuáles son los mejores lácteos para la salud, porque hay muchas versiones ultraprocesadas.

Con el objetivo de que los identifiquemos mejor, el médico especialista en Hematología y Urgencias, Manuel Viso, ha elaborado un vídeo explicativo para sus redes sociales. "¿Crees que la leche desnatada es la mejor?, ¿sabes escoger un lácteo saludable?, ¿sabes mirar la etiqueta de un lácteo?", pregunta este médico en Instagram. En los supermercados existen muchas variantes de lácteos, pero hay trucos para reconocer los mejores. 

"No te dejes engañar, un buen yogur sólo necesita leche y fermentos lácticos", continúa Viso que escribe en la descripción de la publicación que debemos ver más allá de la apariencia del envase. "Ni aditivos, ni almidones. ¿Crees que los 0% son los mejores? Cuidado porque como tantos otros yogures, van cargados de azúcares. Y ojo con los griegos, lo que llevan es nata". Muchos reclamos esconden, en realidad, sustancias insanas.

Un buen ejemplo de esto son los yogures con trozos de fruta o de cereales. Aunque parece que son saludables, cuando miras el etiquetado de los ingredientes es habitual encontrar azúcar y aditivos. Y lo mismo sucede con los yogures de sabores, que se parecen más a un postre azucarado que a la versión natural del yogur. Los griegos son más calóricos, pero si son naturales no son perjudiciales.

"¿Un buen queso? Lo mismo, menos ingredientes, mejor: leche, cuajo y sal son lo único que deberían llevar", cuenta Viso. "Evita los que llevan aceites vegetales y almidón, ni tampoco abuses de los quesos curados. Por cierto, lo light no siempre es lo mejor, ¡cuidado con el márketing!". Cuanto más curado, más concentrados están sus ingredientes y pueden ser más calóricos. Aunque aportan muchas proteínas, también son demasiado grasientos.

Sin embargo, los quesos que a menudo son peores son aquellos que se venden para hacer sándwiches o para fundir en el horno. Estos quesos dan prioridad a lograr ciertas texturas que se consiguen utilizando aditivos como sales de fundido e, incluso, es fácil encontrar en ellos ingredientes como la mantequilla. Es más, muchos expertos dudan, incluso, que podamos llamarlos también queso.

"¿Crees que la leche desnatada es la mejor? La leche entera es la única que conserva todas las vitaminas de la leche, entre ellas la vitamina A y la D, además es muy saciante, evita que sigamos picoteando otras comidas y alimentos interesantes. ¿Sabías que la grasa de la leche es magnífica para absorber los nutrientes de la dieta?", advierte Viso. Los lácteos, en este sentido, han sido uno de los grandes afectados de la demonización de las grasas.

En resumen, Viso explica que si vamos a por un lácteo al supermercado, busquemos los que tienen menos ingredientes, menos azúcar y sean enteros. "Opta por productos sin azúcares añadidos, como el yogur natural o el kéfir, en lugar de versiones saborizadas que suelen llevar edulcorantes o azúcar. En cuanto a la leche, la entera es una buena opción si no hay problemas de salud que lo contraindiquen", apunta. "Con los quesos, elige aquellos con menos grasa y sal, como el fresco o el cottage, evitando los ultraprocesados tipo tranchetes o quesos fundidos".