
Montaje con una imagen de la dietista Katie Drakford junto a unas pechugas de pollo.
Adiós a la pechuga: esta es la única carne de pollo baja en grasas que recomienda la dietista Drakford en España
Su textura, su perfil nutricional y su facilidad de preparación lo convierten en la mejor opción para quienes buscan una alimentación equilibrada en España.
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El pollo se ha convertido en un alimento básico en muchas dietas, siendo muy conocido por su versatilidad y por poseer un excelente perfil nutricional. Durante años, la pechuga ha logrado convertirse en la mejor opción para todos aquellos que quieren disfrutar de una carne magra y baja en grasas.
Sin embargo, según diversos nutricionistas, hay una parte de pollo que destaca por ser aún más saludable y que es recomendable por parte de los nutricionistas, que es el solomillo de pollo. Así lo recalca la dietista Katie Drakford, que destaca que esta pieza se extrae de la parte trasera de la pechuga y destaca por su textura tierna y jugosa.
A diferencia de lo que sucede con la pechuga, que es el corte del pollo más popular, es que en este caso el solomillo conserva una mejor jugosidad sin necesidad de agregar grasas adicionales, pues en el caso de la primera, tiende a secarse si no se llega a cocinar adecuadamente.
El solomillo de pollo aporta unas 110 calorías por cada 100 gramos, con 25 gramos de proteínas y apenas un gramo de grasa, lo que lo hace ser una opción excelente para poder disfrutar de una alimentación sana y equilibrada, siempre y cuando se acompañe de una dieta adecuada.
Los nutricionistas aconsejan introducir en la dieta este corte, especialmente para aquellos platos que requieren de un menor tiempo de preparación, como son las ensaladas de pasta o de pollo. Suelen ser sencillos de cocinar y, debido a que su tamaño es pequeño, se preparan con rapidez.
A pesar de que otras partes del pollo, como las alas o los muslos, pueden ser más sabrosos, tiene un contenido de grasa superior, lo que hace que sean menos aconsejables para un consumo frecuente. Para aprovechar al máximo los beneficios del pollo, se aconseja cocinarlo con métodos saludables como a la plancha, al horno o en sopas, evitando de esta manera frituras y salsas pesadas. Es aconsejable retirar la piel para reducir el aporte calórico.
¿En qué destaca el solomillo de pollo?
El solomillo de pollo destaca por tener una cantidad muy baja de grasa y un alto nivel de proteínas, que favorecen el desarrollo muscular, y que gracias a que tienen una sencilla y rápida digestión, con una textura suave y ligera, lo convierten en una excelente opción para consumir.
Su preparación es simple, pues se trata de piezas alargadas y pequeñas que se cocinan con una gran rapidez, y que además destaca por ser rica en grasas saludables y nutrientes esenciales como el hierro o el zinc.
Tras conocerse las recomendaciones de los nutricionistas, el solomillo de pollo se ha convertido en toda una moda, por lo que cada vez son más los consumidores que acuden a los supermercados a solicitar esta pieza de pollo que es más cara por su jugosidad. Este hecho hace que haya quienes recomiendan comprar la pechuga entera y cortar la parte más pegada a la columna para ahorrar.
Beneficios de la carne de pollo
La carne de pollo es ligera, con un alto contenido en proteínas y baja en grasa, que además aporta interesantes vitaminas y minerales. Se clasifica como un tipo de carne magra, y es necesario retirar la piel para poder disfrutar de algunos de sus principales beneficios para la salud.
Al ser rica en proteínas de alto valor biológico y presentar una menor cantidad de grasas saturadas, al mismo tiempo que es fuente de vitaminas del grupo B y de distintos minerales, es un alimento de fácil digestión que es recomendable para todo el mundo, en especial para deportistas y personas con una gran actividad física, así como para niños, adolescentes y mayores.
Su consumo ayuda a controlar el peso corporal y favorecer el adelgazamiento, además de tener beneficios a nivel cardiovascular, pues su ingesta reduce el riesgo coronario y de sufrir otras enfermedades relacionadas. Asimismo, es una gran fuente de nutrientes durante el embarazo, pues las aves de corral aportan algunos de ellos imprescindibles durante esta etapa, como vitaminas B6, B12 y ácido fólico, ácidos grasos poliinsaturados, hierro o fósforo.
Por otro lado, la carne de pollo también ayuda, gracias a su contenido en zinc, al buen funcionamiento del organismo y a disfrutar de un buen estado de salud. Ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y así combatir bacterias y virus, siendo necesario para fabricar proteínas y ADN, además de ayudar a que las heridas cicatricen mejor.
A todo ello hay que sumar que esta carne es muy versátil y tiene una infinidad de usos en la cocina, con la ventaja que ello supone a la hora de preparar todo tipo de recetas.
¿Qué partes del pollo es mejor evitar?
Aunque el pollo se trata de una carne magra y saludable, no todas sus partes tienen el mismo valor nutricional. La piel es rica en grasas saturadas y calorías, por lo que su consumo frecuente no es demasiado recomendable. Además, las alitas, sobre todo cuando se preparan fritas, son una opción menos saludable debido a su alto contenido en grasa y calorías.
Lo mismo sucede con otros embutidos de pollo, que pueden incluir aditivos y sodio en exceso. Para mantener una alimentación equilibrada, los expertos recomiendan consumir cada semana tres raciones de carnes magras, pudiendo alternar entre diferentes opciones como el pollo, el pavo o cortes magros de cerdo y ternera.