El hierro es uno de los principales componentes que necesitamos para que nuestro organismo se mantenga saludable y fuerte. Su importancia es muy elevada en nuestro cuerpo, ya que se encarga de la producción de mioglobina y hemoglobina, dos proteínas que son esenciales para transportar el oxígeno del cuerpo.
Sin embargo, a pesar de que muchas personas son conscientes de su importancia, las dietas cotidianas no suelen contar con la dosis necesaria de este mineral, por lo que algunas personas pueden llegar a sufrir problemas como anemia, falta de ánimo o sensación de debilidad, depende cada caso en particular.
Aunque cuando existe un déficit de este mineral es habitual pensar en las lentejas o la carne, existe un alimento que posee ocho veces más hierro y que es un potente antioxidante, además de contribuir a reducir el colesterol. Se trata de una planta que posee una gran cantidad de este mineral y que será ideal para incluirla en la alimentación.
Estamos hablando de la Moringa oleifera, una planta originaria de la India que es alabada por su gran cantidad de vitaminas, minerales y nutrientes. De hecho, distintas culturas de África y América Latina la han utilizado de forma tradicional para fines medicinales, como la cura de la diabetes, la inflamación, infecciones e hipertensión.
Esta planta se puede consumir a través de sus hojas, en polvo en un té o bien a través de suplementos alimenticios, como sucede con las cápsulas que se pueden añadir a caldos, batidos o licuados, y que permiten disfrutar del aporte de hierro necesario para poder disfrutar de un mejor estado de salud.
Los beneficios de la Moringa oleifera
La Moringa oleifera aporta 28 mg de hierro por cada 100 gramos de productos, una cantidad muy superior a la que aportan las lentejas, la carne o las espinacas, pero además tiene otros muchos compuestos saludables que conviene mencionar. Con solo consumir 21 gramos de hojas frescas de esta planta, se aportan al organismo 2 gramos de proteína, un 12% de vitamina C, un 11% de hierro, 11% de vitamina B2 (riboflavina), 9% de vitamina A y un 8% de la cantidad diaria recomendada (CDR) de magnesio.
Con todos estos nutrientes y minerales, sumados a otros como el zinc, el fósforo, el calcio o el potasio, contribuye a reducir la presión arterial y el colesterol alto, además de prevenir enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 o afecciones cardíacas. Por sus excelentes propiedades y composición nutricional, la Moringa proporciona los siguientes beneficios:
- Protege el hígado: la moringa ayuda a proteger el hígado frente al daño que puede venir causado por el uso de fármacos antituberculosos, acelerando el proceso de reparación del mismo.
- Previene y trata el cáncer: los extractos de la planta contienen propiedades muy beneficiosas para prevenir el desarrollo del cáncer, además de contar con niazimicina, un compuesto que suprime el desarrollo de células cancerosas en el organismo.
- Tratamiento de molestias estomacales: por otro lado, conviene destacar que es de gran ayuda para tratar distintos trastornos de carácter estomacal, como la gastritis o la colitis ulcerosa. Asimismo, sus propiedades antibióticas y antibacterianas pueden contribuir a inhibir el crecimiento de varios patógenos, mientras que su contenido en vitamina B ayuda a la digestión.
- Protege y nutre la piel y el cabello: el aceite de semilla de esta planta es beneficioso para proteger el cabello frente a los radicales libres, además de contribuir a que se mantenga saludable y limpio. Además, aporta proteínas, lo que contribuye a proteger las células de la piel del daño. Sus elementos desintoxicantes e hidratantes, también ayudan a nutrir la piel y el cabello.
- Tratamiento de edemas: cuando se produce esta afección dolorosa que acumula líquidos, gracias a la moringa y sus propiedades antiinflamatorias, se pueden tratar, además de contribuir a su prevención. También tiene buenos resultados curando infecciones y llagas de la piel.
- Mejora la salud ósea: gracias a su contenido en calcio y fósforo, la moringa contribuye a mantener los huesos fuertes y sanos. Junto a sus propiedades antiinflamatorias, el extracto de moringa podría ayudar a tratar afecciones como la artritis y también se pueden llegar a curar los huesos dañados.
- Reduce la diabetes: la moringa ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre, además del azúcar y las proteínas en la orina, lo que ayuda a mejorar los niveles de hemoglobina y el contenido total de proteínas.
- Protege el sistema cardiovascular: los poderosos antioxidantes que se encuentran en el extracto de moringa ayudan a prevenir el daño cardíaco, además de favorecer un corazón saludable.
- Otros beneficios de la moringa: además de los mencionados, existen otros beneficios asociados con esta planta, como su eficacia para tratar los trastornos del estado de ánimo, para reducir los ataques de asma, así como para mejorar la salud ocular y proteger contra los trastornos renales, entre otros.
Cómo preparar la Moringa
La planta de Moringa se puede consumir de diferentes formas, siendo una de las más habituales a través de la infusión de hojas de la planta, pudiendo preparar un té o infusión con hojas frescas o secas, para lo cual es suficiente con hervir el agua y colocarle las hojas en una taza, para luego colarlas antes de beber.
También se puede disfrutar en polvo de moringa, siendo ideal para mezclar con jugos, sopas, salsas, licuados o como aderezos para ensaladas u otros alimentos líquidos; y en ensaladas, donde se pueden añadir las hojas frescas a ensaladas o platos cocinados como guisos, salteados, sopas o revueltos.