Recurrir a productos enlatados es una práctica muy extendida en nuestro país, nada extraño si tenemos en cuenta que es una forma muy rápida y fácil de poder acceder a distintos alimentos listos para consumir. Algunos de los más populares son las sardinas, los mejillones y el atún, cuya ingesta puede llevar asociados algunos riesgos para la salud, sobre todo si se recurre a ellos con demasiada asiduidad.
Los expertos en nutrición y salud hablan de los motivos por los cuales no deberías volver a consumir sardinas en lata ni otros alimentos que se conserven en las mismas condiciones. El primero de ellos tiene que ver con el proceso de conservación y enlatado, que puede hacer variar las propiedades del contenido.
En algunos casos estas variaciones suponen disfrutar de un mayor aporte de nutrientes, pero en otros se pierden vitaminas en comparación con el mismo alimento si se consume fresco. Por lo tanto, hay que tenerlo muy presente antes de consumir este tipo de productos.
Dicho esto, las principales razones por las que no deberías consumir productos en lata son las siguientes:
- Altas cantidades de sodio: este tipo de productos contienen unas altas cantidades de sodio, que viene dado por el empleo de la sal como conservante. A causa de esta elevada cantidad de sodio se pueden llegar a sufrir distintos problemas de salud, afectando a la tensión arterial, y provocando una mayor retención de líquidos y problemas cardiovasculares.
- Elevado contenido en azúcares y sal: los productos enlatados solo deberían consumirse puntualmente por su elevado contenido en azúcares y sal. Además, tampoco tendrían que utilizarse para reemplazar las propiedades nutricionales que aportan los alimentos frescos.
- Más colesterol y grasas: en las sardinas en lata el contenido de ácidos grasos Omega-3 es superior a los productos frescos debido al uso de aceite para su conservación. Sin embargo, no hay que olvidar que se trata de alimentos que tienen más calorías, grasa y colesterol.
- Contenido de bisfenol-A: el bisfenol-A es un compuesto orgánico utilizado desde la década de los 60 en el recubrimiento plástico que llevan las latas en su interior para evitar que puedan llegar a oxidarse. Aunque está pensado para proteger los alimentos, acaba por filtrarse en estos y, por tanto, acaba llegando al organismo del consumidor. A pesar de que ha habido muchas investigaciones al respecto, no se conocen sus verdaderas consecuencias, pero se cree que pueden llegar a afectar al sistema reproductivo y el cerebro, al modificar la forma en la que actúan la testosterona y los estrógenos.
Por todo ello, es recomendable no abusar de los alimentos enlatados, siendo aconsejable tomar entre dos y tres latas a la semana, siempre y cuando no se tenga el colesterol alto, ya que en ese caso podría derivar en otros problemas de salud como diabetes, retención de líquidos o hipertensión. De hecho, siempre será preferible optar por alimentos bajos en sal y no conservados en aceite.
Beneficios de los alimentos enlatados
Aunque hemos visto los distintos motivos que hacen que no sea recomendable abusar de las sardinas en lata y otros alimentos enlatados, también conviene hacer mención a algunos de sus principales beneficios:
- Alargan la vida del producto: uno de los principales beneficios asociados al consumo de los alimentos enlatados es su tiempo de preservación. Gracias a los métodos utilizados en la industria del envasado, es posible mantener los alimentos durante mucho más tiempo que los alimentos naturales. Un factor que interviene directamente es la temperatura de envasado, un proceso térmico que esteriliza e impide la creación de enzimas propias de los alimentos, lo que evita que puedan deteriorarse con facilidad.
- Disponibilidad de los alimentos: otro punto a su favor es que es posible consumir sardinas en lata y otros alimentos que, de otra forma, es posible que en algunas ocasiones no se pudiese comer, ya sea por falta de tiempo para prepararlos, por falta de disponibilidad en el supermercado o tienda o por su precio.
- Reducen el desperdicio de comida: su envasado en latas con diferentes tamaños hace que sea posible ajustar la cantidad de alimento que se desee comprar y consumir, lo que de alguna manera ayuda a reducir el desperdicio de comida, uno de los grandes problemas en el mundo actual.
- Mantienen sus vitaminas y minerales: los alimentos enlatados no pierden sus propiedades al pasar por el proceso de envasado, si bien es cierto que si se excede en la cocción sí que podrían perder sus propiedades. En todo caso, si se preparan de la forma adecuada, se podrán obtener todos los nutrientes (o al menos la gran mayoría) que se pueden encontrar en un alimento fresco.
Conservación de alimentos enlatados abiertos
Más allá de conocer sus ventajas y desventajas, conviene ser muy cuidadoso con la conservación de los alimentos enlatados una vez que se han abierto. En estos casos no se debe desechar el líquido de la lata, y es conveniente vaciar el contenido en un recipiente limpio de vidrio, que debe ser hermético para evitar el contacto con el exterior.
Una vez que se haya introducido el contenido de la lata en este recipiente, se debe mantener refrigerado en todo momento, disponiendo de un tiempo máximo de almacenamiento de entre tres y cuatro días para poder seguir disfrutando de sus propiedades y, sobre todo, para que no suponga un riesgo para la salud.