Los probióticos son unos microorganismos vivos que cumplen con una función barrera para las bacterias que no son beneficiosas para la salud. Estos se encuentran de forma natural en diferentes alimentos fermentados, como el vinagre de manzana, el kéfir o el yogur, siendo este último uno de los productos más populares y a los que se recurre con mayor asiduidad para poder disfrutar de sus beneficios.
Sin embargo, en los últimos años ha habido un alimento que ha surgido como alternativa porque está lleno de probióticos y calcio que favorece la digestión al mismo tiempo y que protege los huesos. Se trata del suero de mantequilla, que también se conoce por su nombre en inglés, buttermilk.
Este alimento, ampliamente conocido y utilizado en países como Estados Unidos, Alemania, India y Países Bajos, destaca por su versatilidad en la cocina. Es comúnmente empleado en marinados para carnes y aves, donde su acidez y cremosidad aportan una textura única y realzan el sabor de los platos.
[Adiós al yogur: el alimento cargado de probióticos e ignorado en España que reduce el colesterol]
Además, es un ingrediente popular en la repostería, donde su riqueza láctea y suavidad añaden humedad y una delicada dulzura a postres como pasteles, muffins y bizcochos, creando preparaciones deliciosas y apreciadas en todo el mundo.
Aunque se pueda pensar que estamos ante un producto innovador y revolucionario, la realidad es que el consumo del suero de leche ya se daba en la Edad Media, siendo una alternativa saludable a la leche entera por contar con más nutrientes y menor cantidad de grasa.
¿Qué es el suero de mantequilla?
El suero de mantequilla o de leche, es un producto obtenido a partir de la manteca, una leche desnatada fermentada con un tipo de bacterias llamadas estreptococos que producen una transformación de la lactosa en ácido láctico. Es un producto con un sabor suave y un poco ácido, y una textura más densa que la leche, lo que lo hace ser ideal para enriquecer masas y la preparación de todas aquellas elaboraciones en las que se necesita un marinado previo.
Su consumo tiene diferentes beneficios destacados, entre ellos el de favorecer la pérdida de peso, siendo un gran aliado para poder deshacerse de la grasa corporal al mismo tiempo que se preserva el músculo magro. Así lo reflejan diferentes estudios, en los que también se destaca su capacidad para reducir el colesterol total y el colesterol LDL (colesterol "malo").
Por otro lado, también ayuda a reducir la presión arterial y a prevenir las enfermedades cardiovasculares, ya que las bebidas que están elaboradas con proteína de suero consiguen reducir de manera significativa la presión arterial en pacientes con hipertensión, reduciendo el riesgo de que pueda llegar a darse un accidente cerebrovascular o a desarrollar una enfermedad cardíaca.
Gracias a los nutrientes principales del suero de leche también se ve mejorada la flora intestinal, siendo útil para poder tratar diferentes afecciones como el estreñimiento o la diarrea, además de ser un suplemento perfecto para deportistas, al fomentar una mejor síntesis de los hidratos de carbono que luego se convierten en energía.
Cómo consumir el suero de mantequilla
El suero de mantequilla se puede hacer en casa o adquirirlo de forma directa en el supermercado, siendo un producto que tiene diferentes usos, si bien, principalmente se usa en el terreno de la repostería, donde aporta una mayor esponjosidad al mismo tiempo que mejora el sabor de los productos.
Sin embargo, también se puede utilizar para el marinado de carnes, así como en forma de aderezo cremoso para ensaladas, además de poder añadirlo a sopas, guisos y salsas para dar un toque agrio.
Se puede usar, por lo tanto, como ingrediente para diferentes recetas, además de ser un excelente sustituto de la leche en recetas veganas y vegetarianas. Además, también se puede usar para el cuidado del cabello y de la piel, al poder usarlo como acondicionador para el cabello, exfoliante corporal y como tónico facial. Por lo tanto, nos encontramos ante un producto muy versátil y con numerosos beneficios.
Alternativas al suero de leche
Más allá del suero de leche o de mantequilla, existen una serie de alternativas a las que se puede recurrir para poder disfrutar del aporte de probióticos naturales, gracias a los cuales poder disfrutar de un fortalecimiento del sistema inmune y un mayor bienestar. Algunas de ellas son:
- Chucrut: este plato de col fermentada, que se puede añadir como guarnición de otros platos, es un excelente probiótico natural que tiene capacidad para producir ácido láctico responsable de la producción de energía.
- Miso o soja fermentada: este alimento básico de la alimentación japonesa es elaborado a partir de la fermentación de soja, arroz integral o cebada, actuando como regulador de la presión arterial y digestiva. Se puede usar de forma sencilla, ya que se puede agregar a revueltos, carne, pescado o sopa.
- Kimchi: este plato coreano a base de verduras fermentadas como zanahorias y col en salsa ácida y picante, es otra alternativa para conseguir un aporte de probióticos naturales. Es un complemento ideal para la carne, el arroz o el pescado, además de que aporta un toque picante.
- Encurtidos: los encurtidos como rabanitos, zanahorias, cebolletas o pepinillos son muy habituales como tapa o acompañamiento en los bares y terrazas españolas, y aunque para muchos es desconocido, están llenos de probióticos intestinales naturales.
- Pan de masa madre: este es un alimento que contiene prebióticos y probióticos al mismo tiempo, siendo muy versátil, puesto que se puede acompañar con prácticamente cualquier comida, además de ser más digestivo que el pan blanco.
- Queso: algunos quesos como el Gouda, cheddar, mozzarella o el queso fresco tienen en ocasiones probióticos naturales, aunque para ello habrá que asegurarse que el queso sea de animales de pasto como la vaca, la cabra o la oveja, además de cerciorarse si los tienen a través del etiquetado.