El salmón es uno de los pescados más consumidos a nivel mundial, un producto delicioso y muy saludable que ofrece una infinidad de posibilidades en la cocina. Y es que se puede consumir crudo, en el sushi japonés, a la plancha, al horno o marinado, siendo en cualquier caso un lujo de la gastronomía que a prácticamente todo el mundo gusta.

Sin embargo, como sucede con otros muchos productos, este pescado tiene algunas curiosidades que conviene conocer. Aunque no ocurre cuando se consume en crudo, al cocinar este pescado puede suceder que aparezca un extraño líquido blanco, que tiene una textura gelatinosa y cuyo aspecto no resulta demasiado agradable. A pesar de que te encuentres con él, no tienes de qué preocuparte, ya que es un líquido totalmente natural que no significa que esté en mal estado ni mucho menos.

Aunque lo primero que se puede pensar es que se trata de grasa, la realidad es que se trata de albúmina, una proteína que también está presente en otros muchos alimentos como el huevo o la leche.

La albúmina del salmón. @tastyyogi / Via instagram

Esta es una proteína soluble en agua que se coagula con el calor, por lo que, al cocinar el filete de salmón, la pieza expulsa el agua, que al mezclarse con la proteína adquiere un mayor espesor. De esta forma, acaba apareciendo este líquido blanco que tiene una composición muy parecida a la de la clara de un huevo.

Por lo tanto, aunque pueda parecer que su textura o aspecto no es demasiado agradable, este líquido no es peligroso para la salud, y solo nos indica que se trata de un alimento que ofrece un gran aporte de proteínas.

Cómo eliminar este líquido blanco

Aunque no sea perjudicial para la salud, este líquido puede no resultar demasiado agradable a la vista, y aunque hay distintas maneras de poder reducir su aparición, hay que ser conscientes de que aparece de forma natural, por lo que hay que tener claro que es muy complicado hacerlo desaparecer por completo.

Sin embargo, existen algunas técnicas, como mencionamos, que permiten reducir su presencia en los platos al preparar salmón, siendo uno de los aspectos más importantes el no cocinar en exceso el pescado, pues, cuánta mayor temperatura alcance, más proteína y líquido expulsara. No se debe usar tampoco una temperatura demasiado baja, porque ello hará que se alarguen los tiempos de cocción y aumente la probabilidad de que aparezcan coagulaciones de albúmina.

Más allá de la cocción, existe un truco muy eficaz para reducir la presencia de albúmina en el salmón, es dejar el pescado en salmuera durante 10-15 minutos antes de su cocinado. Si se sumerge el salmón en agua con sal, parte de las proteínas se disolverán, y cuando se aplica calor, se creará un gel en las fibras del músculo que tendrá la capacidad de retener este líquido blanco en su interior.

Empleando esta sencilla técnica se conseguirá reducir la aparición de este líquido, si bien, al estar en agua con sal reposando, también se sazonará el filete de salmón y evitará que se pueda secar durante el cocinado. Tras 10 minutos en salmuera, hay que secar bien el salmón con papel de cocina, de forma que se eliminen los restos de humedad.

Consejos para cocinar el salmón perfecto

El salmón es un pescado saludable y fácil de cocinar, que se puede preparar marinado, ahumado, crudo o cocinado con distintas técnicas, siendo en todo caso una excelente opción para servir en cualquier momento, pudiendo estar acompañado de diferentes ingredientes.

Este pescado necesita poco tiempo de cocinado, ya que, si se hace demasiado, queda seco y con una textura poco agradable, además de perder sus propiedades nutricionales, motivo por el que el cocinado del salmón no debe exceder de 20 minutos. Si se decide dorarlo en la sartén, será suficiente con cocinar 8 minutos por cada uno de los lados, y si se elabora al horno, solo se necesitarán 10 minutos, con el horno calentado previamente a 180 o 180 °C.

Para saber si el salmón está cocinado hay que fijarse en su color, pues su carne se vuelve rosa a medida que se va cocinando. En todo caso, el centro del pescado debe tener un color ligeramente opaco.

Con respecto a la preparación de este pescado, hay que conocer el que es uno de los grandes secretos de los cocineros para conservar el interior del salmón jugoso y tierno, que pasa por cocinar el salmón solo por un lado, sin darle la vuelta. Para ello se condimenta previamente e incluso se deja marinando durante unas horas con aceite de oliva y especias. Luego se pone en la sartén a fuego fuerte por el lado de la piel durante 1-2 minutos, para después, bajar el fuego casi el mínimo y se dejará cocinando durante 10 minutos más, sin darle la vuelta.

En lo que respecta a la técnica más saludable posible, esta es la cocción al vapor, con la cual se consigue mantener todas las propiedades del salmón, un alimento rico en ácidos grasos Omega-3. Para ello habrá que colocarlo sobre una vaporera con agua hirviendo debajo durante 10-15 minutos. Se pueden añadir hierbas aromáticas o, en lugar de hacer uso de agua para la cocción, recurrir al uso de un caldo de verduras que aporte al pescado un extra de sabor y los aromas necesarios para un resultado espectacular.