Las frutas deben ser parte de nuestra alimentación por sus numerosos beneficios, aunque no todas ellas tienen las mismas propiedades ni aportan la misma cantidad de determinados nutrientes, por lo que conviene conocer cuáles son las más apropiadas en función de lo que estemos buscando. Si estás buscando una fruta con más potasio que el plátano y más fibra que el kiwi, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) nos desvela cuál es la mejor opción.
Se trata de una fruta tropical rica en vitamina C y que también aporta hierro, zinc, fósforo, magnesio y vitaminas del grupo B, todo ello junto a un sabor exquisito y dulce que hará que se convierta en una de tus opciones favoritas. Estamos hablando de la chirimoya, una fruta de forma ovalada con un fruto en forma de corazón, que tiene la pulpa blanca y dulce con semillas negras y una piel verde y escamosa.
La FEN destaca especialmente su alto contenido en potasio, que la sitúa por encima incluso del plátano (370 mg por unidad de 160 gramos) con un aporte de 458 mg por unidad de 200 gramos, pero también destaca por su aporte de vitamina C, cifrada en 21,6 mg por unidad, y por su contenido en calcio, que hace que se equipare al del huevo con 36 mg por unidad.
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De esta manera, con la ingesta de una ración de chirimoya se estarían cubriendo entre el 13% y el 36% de las cantidades recomendadas de potasio y vitamina C, y en comparación con otras frutas, posee una elevada cantidad de hidratos de carbono, que representan un 20% de su peso, y entre los que destacan especialmente los azúcares simples, lo que lo lleva a tener más calorías.
Beneficios de la chirimoya para la salud
Por su perfil nutricional, la chirimoya es una fruta con múltiples beneficios para la salud, siendo de gran ayuda para conseguir un buen funcionamiento de los músculos y del sistema nervioso, lo que consigue gracias a su contenido en potasio y vitamina C. Además, es un antimicrobiano natural frente a parásitos e infecciones por su contenido en niacina, citotoxinas y niacina, tal y como han podido demostrar diferentes estudios.
También hay que destacar su capacidad para cuidar de la salud del cerebro y proteger frente al estrés oxidativo, así como para actuar como tranquilizante y ansiolítico para reducir la ansiedad. De igual modo, es un alimento cuya inclusión en la dieta puede ayudar a retrasar el envejecimiento prematuro por sus diferentes antioxidantes, tales como vitaminas A y C, taninos y flavonoides.
Por otro lado, la chirimoya, con aproximadamente 3 gramos de fibra por cada 100 gramos, puede ser un gran aliado para todos aquellos que buscan adelgazar, ya que su alto contenido en fibra ayuda a aportar saciedad, lo que contribuye a la pérdida de peso y mejora el tránsito intestinal. Esta cantidad de fibra es ligeramente superior a la del kiwi, que ofrece alrededor de 2 a 3 gramos por cada 100 gramos, resaltando la chirimoya como una opción destacada para quienes buscan alimentos ricos en fibra.
Por último, hay que recalcar que esta fruta tropical contribuye a la regulación del azúcar en sangre y cuida de la salud del corazón, al mismo tiempo que regula la presión arterial y reduce el colesterol "malo" (LDL), lo que la convierte en una elección nutritiva y beneficiosa para la salud en general.
Cómo comer la chirimoya
Para consumir correctamente la chirimoya hay que ser consciente de que no se debe comer si está muy madura, caso en el que podría presentar una textura blanda y un sabor amargo, siendo la mejor época para disfrutar de su sabor y propiedades nutritivas durante el invierno, que es cuando madura. Además, no se recomienda para personas que padezcan diabetes por tener un alto contenido en azúcares, ni tampoco para quienes tomen medicación para la hipertensión arterial por su contenido en annonacina. Por otro lado, hay que tener en cuenta que se debe evitar la ingesta de las semillas y la piel, que además de ser difíciles de digerir, pueden ser tóxicas.
En lo que respecta a la cantidad de esta fruta tropical recomendada para incluir en la dieta, los expertos no hablan de cantidades exactas, ya que dependerá de las características de cada persona, de su alimentación y de su estado de salud. No obstante, se recomienda un consumo moderado de chirimoya, puesto que tiene un alto contenido en azúcares, carbohidratos y calorías. Dado que debe ser incorporada a una dieta saludable y equilibrada, lo más indicado es comerla 2-3 veces por semana, en raciones de entre 150 y 200 gramos, y combinarla con otras frutas de temporada.
La chirimoya se puede comer fresca o cocinada, en función de las preferencias y gustos de cada persona, siendo necesario retirar la piel y las semillas si se opta por la primera opción. La pulpa se puede usar para la elaboración de platos salados como ensaladas o para acompañar pescados, pero también para elaboraciones dulces como mermelada, helados, zumos o batidos, entre otros.
De esta forma, nos encontramos con una fruta de pulpa jugosa, dulce y repleta de nutrientes beneficiosos para la salud que deberíamos incluir en nuestra alimentación sana y equilibrada, aunque como hemos mencionado, no se debe tomar de forma excesiva. Además, tiene la ventaja adicional con respecto a otros alimentos de que su sabor nos puede sugerir deliciosas e interesantes combinaciones, por lo que abre las puertas a que los más creativos en la cocina puedan utilizarla para elaborar diferentes recetas.
Por último, ten en cuenta que su carne se oxida rápidamente, por lo que puedes evitarlo rociándola con zumo de limón o agregar su ralladura bien fina.