Cuando en el supermercado nos hacemos con un surtido de frutos secos es posible encontrarnos con habas o garbanzos, algo que a algunas personas les sorprende porque se tratan de legumbres. Sin embargo, aunque en la mayoría de los casos pasa desapercibido, también suele estar presente en estos productos un fruto seco que todos toman en España sin saber que es una legumbre.

Estamos hablando de los cacahuetes, un alimento muy nutritivo que posee más proteínas que el huevo y "grasas buenas", además de ser rico en vitaminas, sales minerales y fibra. Este alimento, que tiene un bajo porcentaje de agua, como los frutos secos, pertenece a la familia de las leguminosas o fabáceas.

Aunque cuando atendemos a sus valores nutricionales nos encontramos con un alimento que guarda muchas similitudes con otros frutos secos, es incorrecto considerarlos como tales. De hecho, en la normativa vigente acerca de la información para alérgenos, se diferencian los frutos secos de los cacahuetes por tratarse de un producto diferente.

En cualquier caso, se trata de una confusión nada extraña, ya que, por cómo nacen, los cacahuetes son legumbres, pero poseen más grasa que otros alimentos de su misma familia, y por su composición, son similares a un fruto seco.

A ello hay que sumar que su utilidad dista mucho de la de las habas, las lentejas o los guisantes, si bien los cacahuetes son frutos de vaina que tampoco tienen demasiado en común con los frutos de cáscara. Un claro ejemplo que nos muestra lo diferente que es el cacahuete con respecto a otros alimentos en la cocina es que, en el terreno de la pastelería, apenas se emplea, a pesar de que muchas recetas sí que incorporan frutos secos, al menos en la cocina occidental. No obstante, en otros países del mundo sí que es habitual encontrar cremas de cacahuete o aceite de maní.

No se consideran frutos de cáscara

Por lo general, los productos envasados tienen un apartado en su etiquetado en el que se alude a los alérgenos, para advertir así de una posible contaminación cruzada. La información de los cacahuetes se separa del resto de los frutos de cáscara por motivos de alergia.

Por otro lado, hay que destacar que el reglamento de la Unión Europea N.º 1169/2011 especifica qué alimentos son considerados frutos secos (almendras, nueces, pacanas, anacardos, pistachos, nueces de Macadamia…) y qué es un fruto de vaina, consideración al margen de la que forma parte el cacahuete.

Beneficios de los cacahuetes para la salud

Una vez sabido que realmente se trata de legumbres y no de frutos secos, conviene recordar las excelentes propiedades del cacahuete y sus múltiples beneficios para la salud. Para empezar, hay que destacar que se trata del "fruto seco" que aporta una mayor cantidad de vitamina B3, de ácido fólico y de proteínas (26%), además de ser, también, los más calóricos, con 571 calorías por 100 gramos.

Sin embargo, al contar en su mayoría con grasas monoinsaturadas (58%) y poliinsaturadas (26%), contribuye a tener un mayor control sobre los niveles de colesterol. Además, contiene fibra y otros minerales como el zinc, níquel, fósforo, magnesio y hierro en abundancia, a las que hay que sumar sus vitaminas E y del grupo B, sobre todo cuando se consume en crudo.

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Al ser sus proteínas ricas en arginina, ayuda a la hora de producir la hormona del crecimiento y mantener y reparar los sistemas nervioso e inmunitario, además de mejorar la cantidad y la movilidad de los espermatozoides. No obstante, en el caso de que se padezcan infecciones virales, es aconsejable moderar el consumo de alimentos ricos en este aminoácido no esencial, ya que este participa de forma activa en algunos virus.

Por otro lado, al tratarse de una legumbre, el cacahuete es también rico en triptófano, un aminoácido esencial que es utilizado por el cerebro para la producción de serotonina, un neurotransmisor que contribuye a la mejora del estado de ánimo y a conciliar mejor el sueño.

A todo ello hay que sumar que la medicina tradicional china alaba las cualidades del cacahuete, aunque desde un punto de vista más holístico que en occidente, donde solo se tienen en cuenta sus componentes químicos. En el caso de la medicina asiática, se le atribuye un sabor dulce o elemento tierra, además de la propiedad de ser capaz de lubricar el intestino. Asimismo, se cree que ayuda a armonizar el estómago y a regular los pulmones y el bazo-páncreas, ayudando a encontrar el equilibrio en aquellas ocasiones en las que se tienen ideas obsesivas. En China, la cáscara del cacahuete es utilizada en infusión para bajar la presión arterial.

El cacahuete en la cocina

El cacahuete es un alimento muy versátil en la cocina, ya que se puede consumir en forma de aperitivo, pero también como espesante o para enriquecer estofados y sopas. En Estados Unidos goza de una gran popularidad la mantequilla de cacahuete, mientras que en Indonesia son triturados e incluidos en ensaladas o en la preparación de salsas.

El aceite de cacahuete se utiliza con frecuencia en la conserva de pescados, así como en la cocina asiática y de algunos países de Europa en los que existe mayor dificultad para disfrutar del aceite de oliva. No modifica el sabor de las comidas y es perfecto para cocinar salteados al wok a fuego fuerte.