En la cocina se antoja imprescindible contemplar diferentes aspectos que permitan gestionar bien las sobras de comida, de forma que se pueda evitar malgastar alimentos, más aún hoy en día cuando el precio de la cesta de la compra no deja de subir.

Para ahorrar en la compra se pueden poner en práctica diferentes trucos y consejos, aunque para ello habrá que dedicarle un poco de tiempo. Para conseguir este objetivo, lo primero de todo es planificar bien lo que se va a consumir, elaborando una buena lista de la compra que esté organizada según lo que se haya planificado cocinar esa semana. Y para ello, se recomienda hacer una lista de recetas para saber lo que se necesita.

Por otro lado, se deben gestionar de forma eficaz las sobras que tenemos, ya sea congelándolas o aprovechándolas para preparar recetas de aprovechamiento como tortillas, empanadillas, pizzas…, lo que contribuirá a reducir las obras y no tirarlas.

Cómo conservar el queso con el truco del envoltorio

Según ha explicado la profesora del Grado de Nutrición de UNIR, experta de Tecnología de alimentos y seguridad alimentaria Begoña Pérez Llano, hay una forma en la que hay que guardar en la nevera o congelador los productos para que duren el mayor tiempo posible, y esto implica tener separados los alimentos para que no se produzca contaminación entre ellos, además de que para que no se den olor unos a otros. Asimismo, en el caso de los frescos y vegetales, recomienda guardarlos en los cajones inferiores, que es un buen sitio para su conservación.

En lo que respecta a los quesos o embutidos, su truco consiste en dejarlos envueltos en el papel en el que se venden, ya que se trata de un papel encerado muy bueno y contribuye a preservarlos de la humedad. Este papel encerado se usa con asiduidad en carnicerías, y en su defecto se puede usar papel de horno.

Este tipo de papel es una de las mejores opciones para conservar el queso, al protegerlo tanto de la humedad como del aire seco, protegiendo perfectamente el corte y evitando que el queso pueda coger algún olor/sabor no deseado.

¿Cuánto dura un queso bien conservado?

En lo que respecta a la duración del queso, los de pasta blanda se conservan menos tiempo que los de pasta dura, ya que estos contienen un mayor porcentaje de agua, lo que provoca que aumente el crecimiento de bacterias y hongos no deseados. Así pues, un queso de pasta blanda puede aguantar hasta 20 días, mientras que un queso de pasta dura puede llegar a conservarse durante varios meses si su conservación es la adecuada.

Métodos para conservar el queso

Cuando se deja un queso a temperatura ambiente, en contacto con el calor, tiende a sudar, lo que hace que pierda grasa y se produzca un cambio de textura y sabor, por lo que para conservar y mantener las propiedades del queso se debe mantener refrigerado la mayor parte del tiempo.

Para conservar un queso de pasta blanda (camembert, brie, gorgonzola…) se debe mantener a una temperatura de entre 4 y 8 grados centígrados, mientras que los quesos de pasta dura se pueden mantener en buenas condiciones entre 8 y 15 grados centígrados.

Papel film

El papel film es, junto al envoltorio original del queso, uno de los mejores métodos para conservarlo. Cuando se envuelve queso cortado con este plástico, hay que asegurarse de que se ha quedado muy ajustado, ya que así se evita que se pueda llegar a crear una cámara de aire entre el queso y el film que pueda llevar a la proliferación de mohos si el frigorífico tiene una alta humedad en su interior o se reseque mucho el corte, en caso de que la humedad sea muy baja.

Recipientes herméticos

Otra alternativa a contemplar para conservar los quesos en perfectas condiciones en casa es a través del uso de recipientes herméticos o tuppers. Si se opta por conservarlos de esta forma hay que prestarle atención, ya que los quesos blandos pueden fermentar por falta de oxígeno.

En el caso de que se opte por este método, es aconsejable colocar en el fondo un papel de cocina, que sirva para poder absorber todo el líquido y la humedad que pueda soltar el queso. Este papel deberá ser cambiado cada 2-3 días, ya que podría fermentar y desprender malos olores.