Dos muertos y más de 141 personas afectadas es el último balance oficial del brote de legionella que está trastocando la rutina del pueblo castellanomanchego de Manzanares desde hace más de una semana.
Pero el hecho no supone únicamente un problema para los servicios de salud pública sino que ha motivado una crisis política en la localidad. En la noche del martes, unas 300 personas se manifestaron pacíficamente ante el ayuntamiento solicitando a las autoridades mayor transparencia en la gestión del asunto. Durante la concentración, convocada a través de las redes sociales, también se mostró la preocupación por los posibles focos en los que se originó el brote.
'Crisis' política en el ayuntamiento
El único momento de tensión se produjo cuando un pequeño grupo irrumpió en el pleno para interpelar directamente al alcalde, acusándole de no estar informando suficientemente, al tiempo que le pedía que se asomara a la calle "a hablar con el pueblo".
En el pleno, el grupo popular ha presentado una moción, en la que solicita "que se abran los canales de comunicación municipales" e insta al Gobierno regional a que aporte todos los medios humanos y materiales necesarios para la atención de los pacientes para evitar nuevos casos y sobre todo para que los trabajos de laboratorio detecten cuanto antes los focos de la epidemia".
En el debate de esta moción, cinco de los seis ediles 'populares' han abandonado el pleno, porque la portavoz del grupo socialista, Beatriz Labián, los ha acusado de "oportunistas y de querer sacar rédito político", según han indicado fuentes del PP de Manzanares.
El brote más virulento de la historia en la región
Más allá de la pugna política, la realidad es que hasta el momento han fallecido dos hombres, de 84 y 73 años, y 32 personas se mantienen hospitalizadas en distintos centros de la zona. La Consejería de Sanidad ha informado a través de un comunicado que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) ha reforzado los medios humanos y materiales en los Puntos de Atención Continuada de Manzanares y se han reforzado las Urgencias del Hospital Virgen de Altagracia, así como el servicio de Medicina Interna, para tratar los casos detectados.
Y para agilizar la realización de pruebas analíticas, hay un microbiólogo de guardia, al tiempo que se ha reforzado también el número de técnicos de laboratorio.
Por otro lado, la Consejería de Sanidad ha destacado que pese al crecimiento de la labor asistencial provocado por el brote de legionella, no se ha desprogramado ninguna actividad quirúrgica previamente citada, por lo que el Gobierno regional ha felicitado a los profesionales por la labor que desarrollan estos días.
El brote de legionella que afecta a Manzanares es el más virulento de la historia en Castilla-La Mancha, tal como ha confirmado el director general de Salud Pública, Manuel Tordera.