Sanidad ha ordenado retirar del mercado las cápsulas Man Power, que se venden como "complemento alimenticio", por incluir el compuesto de un fármaco para la eyaculación precoz y dos derivados del principio activo del fármaco Viagra para la disfunción eréctil.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que depende del Ministerio de Sanidad, ha prohibido la comercialización de estas cápsulas, de fabricadas por la empresa Nordmax de Estonia (compañía que ya no ofrece este producto en su página web), al detectar dichos compuestos "pese a no haber sido notificada su puesta en el mercado a las autoridades competentes, incumpliendo lo previsto en la normativa vigente para este tipo de productos".
En concreto, Man Power contiene la sustancia activa dapoxetina, principio activo del fármaco de Menarini para la eyaculación precoz Priligy, y dos derivados del sildenafilo: ditiodesmetilcarbodenafilo y desmetilcarbodenafilo. Ninguno de ellos estaban declarados en su etiquetado.
La AEMPS ha informado de que este producto se presentaba como estimulante sexual, pero ocultaba al consumidor su verdadera composición y daba información engañosa sobre su supuesto origen natural y su seguridad.
Así, la agencia recuerda que la sustancia activa dapoxetina supone un riesgo para la salud, al igual que la de los dos derivados de inhibidores de PDE-5, que precisamente podrían recurrir a estos productos pretendidamente naturales, a base de plantas, como "alternativa teóricamente segura a los medicamentos de prescripción autorizados que estarían contraindicados".
Efectos secundarios no advertidos
La dapoxetina es un inhibidor de la recaptación de serotonina y está indicado para el tratamiento de la eyaculación precoz. No obstante, alerta la AEMPS, está contraindicada en pacientes con insuficiencia renal grave, en insuficiencia hepática moderada a grave, en cardiopatías graves (podría dar lugar a síncope), así como en epilepsia inestable.
Asimismo, aunque las reacciones adversas que se pueden presentar tras su consumo normalmente son de naturaleza leve, como mareos, náuseas, diarrea, cefalea, insomnio y/o astenia, también puede haber reacciones adversas digestivas, cardiovasculares, neurológicas, respiratorias, del aparato reproductor, dermatológicas, oftalmológicas u óticas.
Por otro lado, la inclusión de derivados de inhibidores de la PDE-5, como el ditiodesmetilcarbodenafilo y el desmetilcarbodenafilo, supone un riesgo para la salud pública por el conocimiento limitado de sus actividades farmacológicas. Estos fármacos están contraindicados en pacientes con infarto agudo de miocardio, angina inestable, angina de esfuerzo, insuficiencia cardiaca, arritmias incontroladas, hipotensión, hipertensión arterial no controlada, historia de accidente isquémico cerebral (ictus isquémico), en pacientes con insuficiencia hepática grave y en personas con antecedentes de neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica o con trastornos hereditarios degenerativos de la retina, entre otros casos.
También presentan numerosas interacciones con otros medicamentos, pudiendo además aparecer reacciones adversas de diversa gravedad a tener en consideración, como las cardiovasculares, ya que su consumo se ha asociado a infarto agudo de miocardio, angina inestable, arritmia ventricular, palpitaciones, taquicardias, accidente cerebro-vascular, incluso muerte súbita cardiaca, que se han presentado en mayor medida en pacientes con antecedentes de factores de riesgo cardiovascular.
Operación Pangea VIII
Sanidad ha tenido conocimiento de este compuesto a través del Departamento de Salud del Gobierno Vasco en el marco de la Operación Pangea VIII, tras detectar que no había sido notificada su puesta en el mercado a las autoridades competentes, incumpliendo lo previsto en la normativa vigente para este tipo de productos, informa Europa Press.
Dicha operación, que culminó en julio del año pasado, desplegó un operativo policial internacional de gran alcance contra la comercialización ilegal de medicamentos a través de internet. En él que participaron 236 autoridades reguladoras de 115 países, en colaboración con la policía y las autoridades aduaneras.
El balance final de la operación fue de 156 arrestos y el cierre de más de 2.400 páginas web en todo el mundo, así como la incautación de 20.7 millones de me dimanemos falsos. Sólo en España, la Guardia Civil detuvo a 19 personas y otras 12 fueron inculpadas en 29 operaciones. Además, se realizaron más de 800 inspecciones en establecimientos como parafarmacias, herbolarios, gimnasios, sex-shops, y tiendas de dietética.
Las operaciones Pangea arrancaron en 2008 como una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, con el fin de combatir la venta fraudulenta de medicamentos.