Como las máquinas de pilates, o los sistemas de ejercició en suspensión puede que, en poco tiempo, las cadenas más lujosas de gimnasios ofrezcan una nueva terapia: el otonamaki, término japonés para definir una práctica surrealista que se está poniendo de moda en el país nipón: la envoltura completa en mantas de adultos que imitarían así la postura de los fetos.
La idea es de Nobuko Watanabe, una conocida matrona japonesa que ya diseñó un cinturón para embarazadas que alivia las molestias posturales propias de tal estado y que se ha convertido en un superventas. La idea ahora es algo más compleja, aunque también está relacionada con la maternidad: se supone que imitar la postura del feto dentro de una manta hace que se recuperen los músculos tras la experiencia del parto y que la mujer recupere rápidamente su agilidad, así como que dejen de doler tanto las caderas como los hombros.
"Se estaba calentito y esa sensación se extendía a todo el cuerpo", declaró una madre en una reciente sesión, con una duración de 20 minutos. "Nunca había experimentado algo similar, así que es difícil describirlo correctamente", añadió a Reuters.
El quiropráctico Shiro Oba se mostró escéptico sobre los poderes de este nuevo método de curación y animó a las mujeres con molestias tras el parto a acudir a un médico para intentar solucionarlos. "Puede haber casos de mujeres con asma que encuentren más fácil respirar así, pero una vez que salgan del envoltorio, las cosas volverán a su ser", explicó. "Aparte de eso, no se me ocurre de qué forma la gente puede beneficiarse de esta técnica".
Aunque el desarrollo de la técnica no es nuevo, hace poco que se mostró en un conocido programa de television, lo que ha multiplicado el interés por su práctica.