En los últimos 10 años la población española ha triplicado el consumo de fármacos antidepresivos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llegado a denominar a la depresión como una "epidemia del siglo XXI", calculando que entre el 10% y el 20% de la población mundial la sufrirá en algún momento de su vida.
Además, la propia OMS pondrá en marcha el próximo día 7 de abril, Día Mundial de la Salud, una campaña de un año de duración llamada Hablemos de la depresión, con el objetivo de informar acerca de esta epidemia.
Ahora bien, ¿qué suele buscar la gente en Google sobre los fármacos contra la depresión, los antidepresivos? Si en Google empezamos a escribir la frase "Son los antidepresivos...", estas son las siete principales preguntas acerca de los mismos:
¿Son adictivos?
Aunque existen muchos y diversos tipos de antidepresivos, los más usados de forma común tanto en Atención Primaria como por parte de los especialistas en psiquiatría son los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS). Se usan tanto para tratar la depresión como la ansiedad, y no, no son adictivos.
Sin embargo, este tipo de fármaco no puede dejarse de forma brusca, ni se debe variar su dosis sin control por parte de un médico, pues puede producirse el denominado síndrome de discontinuación de ISRS, con síntomas similares a una dependencia (malestar, náuseas, mareos, somnolencia, etc).
¿Son eficaces?
La respuesta en este caso es: depende. Según estudio publicado en la revista JAMA, si se sufren síntomas leves o moderados de depresión, los antidepresivos no son mejores que usar un placebo. Asimismo, si los síntomas de depresión son graves, sí existe un beneficio significativo de su uso, aunque solo en aproximadamente el 50% de los casos donde se usan antidepresivos tipo ISRS, según un estudio publicado en Frontiers in Behavioral Neuroscience. Según este mismo estudio la razón de esta resistencia a los antidepresivos en algunos casos es que la causa de la depresión no sería la falta de la molécula serotonina, sino el exceso de la misma, algo que se agravaría con el uso de antidepresivos como los ISRS.
Cabe destacar, asimismo, que actualmente no existe ningún antidepresivo de efecto inmediato. Son necesarias dosis regulares de este tipo de medicación al menos dos o tres semanas antes de notar algún tipo de mejoría.
¿Son estimulantes?
La respuesta es no, aunque si que hay algunos antidepresivos más activadores que otros.
Por ejemplo, en el caso de sufrir de forma simultánea depresión y ansiedad, se evitará prescribir unos antidepresivos activadores, pues estos empeorarían el estado general por aumentar la ansiedad.
¿Son perjudiciales para el organismo?
Como todos los fármacos, los antidepresivos también pueden provocar diversos efectos secundarios. Según la FDA y el Royal College of Psychiatrists, los efectos secundarios más comunes son náuseas, vómitos, aumento de peso, diarrea, alteración del sueño y problemas sexuales.
En algunos casos se han descrito otros efectos más graves como pensamientos suicidas o aumentos de la tensión arterial. Por ello siempre y sin excepción es necesario un seguimiento médico si se toman este tipo de medicamentos.
¿Son legales?
Sí, los antidepresivos son legales, pero siempre requerirán de prescripción médica para su compra.
¿Se pueden adquirir sin receta?
Complementando a la respuesta anterior, no, los antidepresivos no se pueden comprar libremente como sí ocurre con otras medicaciones como los analgésicos (como el paracetamol) o los antiinflamatorios (como el ibuprofeno).
Siempre requerirán de receta médica.
¿Son la respuesta a la depresión?
Finalmente, la respuesta a esta duda también es: depende. Según los síntomas de depresión sufridos, los antidepresivos pueden ser una gran ayuda e incluso llegar a ser muy eficaces; o puede que no.
En ocasiones es complicado diferenciar entre tristeza y depresión, y por ello ante cualquier duda es necesario consultar con un médico.
Asimismo, cabe recordar que los antidepresivos no son 100% efectivos, por lo que habrá ocasiones donde el primer antidepresivo usado no tenga el efecto deseado, pero no por ello significará que no sea necesario en determinados casos. Como siempre, será necesaria una evaluación médica previa a la prescripción y uso de este tipo de fármacos.