Hay dos escalas para medirlo, conferencias más y menos serias que lo estudian y está relacionado con problemas de comportamiento como la conducción irresponsable o la adicción al juego: te contamos diez curiosidades sobre el aburrimiento para que te entretengas un rato. Diviértete. No vale bostezar.
Morirse de aburrimiento
Según los científicos, la expresión morirse de aburrimiento podría ser totalmente real. Un equipo de investigadores británicos del Departamento de Epidemiología y Salud Pública del University College de Londres recuperó los datos procedentes de una encuesta llevada a cabo en los 80 sobre los niveles de aburrimiento de 7.500 sujetos de edades comprendidas entre 35 y 55 años. A continuación, cotejaron esos resultados con las tasas de supervivencia de esas mismas personas dos décadas después y descubrieron que los que habían mostrado altos niveles de tedio eran un 37% más propensos a fallecer.
Hay quien prefiere el dolor
Un equipo de psicólogos probó que hay personas que detestan tanto el aburrimiento que preferirían sufrir dolor antes que seguir sumidos en el tedio. Para comprobar este fenómeno —anteriormente reflejado en otros trabajos— dividieron a los sujetos de su estudio en tres grupos a los que expusieron a una película aburrida, una triste y una neutra. Todos ellos podían administrarse descargas eléctricas. Aquellos a los que les tocó ver la película aburrida se electrocutaron más veces y con mayor potencia que los de los grupos de las cintas triste y neutra.
Influye en nuestras opiniones políticas
Hay muchos factores que influyen en nuestras posturas políticas, entre ellos el entorno familiar o la educación, pero un grupo de investigadores afirma que el aburrimiento también es uno de ellos. Según un trabajo publicado en la revista European Journal of Psychology, el aburrimiento hace que la gente adopte posiciones políticas más extremas.
Puede medirse
En 1986, un grupo de psicólogos desarrolló una escala para medir la propensión al aburrimiento. Y en 2008 se presentaba otra escala que cuantifica el tedio que se sufre en un momento dado. Ambas son accesibles por si algún curioso quiere confirmar hasta qué punto está cansado de no hacer algo interesante.
Nos lleva por el mal camino
Por desgracia para aquellas personas que tienden al aburrimiento, esta sensación de fastidio nos lleva por el mal camino y está muy relacionada con la mala conducción, los atracones, el consumo excesivo de alcohol, el sexo sin precaución y los problemas con el juego.
Estimula la creatividad
Un estudio británico descubrió que el aburrimiento puede hacer que seamos más creativos. Durante su experimento, los investigadores pidieron a dos grupos de sujetos que completaran un reto (tenían que hacer una lista de usos alternativos para un elemento doméstico). Uno de los grupos había estado haciendo otra actividad creativa justo antes, mientras que el otro había realizado una actividad muy tediosa. Los que habían estado aburridos obtuvieron resultados mucho mejores.
Una conferencia internacional
La III Conferencia Internacional Interdisciplinar sobre el Aburrimiento tendrá lugar este junio en Varsovia y reunirá a un grupo muy nutrido de académicos interesados en esa sensación de fastidio provocada por la falta de diversión o de interés por algo.Entre las charlas a las que se podrán asistir, hay una sobre el aburrimiento en la investigación científica y otra que lleva como título Siri, ¿estoy aburrido?. Suena apasionante.
Una reunión menos científica
Menos académica es la Conferencia sobre el Aburrimiento, que reunió este mayo a aquellos interesados en el tedio desde un punto de vista más cómico y distendido. A lo largo de los siete años de vida de esta conferencia, las charlas han tratado sobre las líneas amarillas de las carreteras, los sonidos de las máquinas de refrescos o las tostadas, entre otros temas capaces de inducir al ronquido.
Los más afectados
El aburrimiento afecta más a aquellos que son adictos a las emociones fuertes, los que sufren déficit de atención y las personas que experimentan dificultad para lidiar con las emociones. Además, estar aburrido puede ser un síntoma de depresión o convertirse en algo habitual después de una lesión cerebral.
Los cinco estados del aburrimiento
Un equipo alemán identificó —aunque algunos científicos no están de acuerdo— cinco tipos de aburrimiento: indiferente, de calibración, de búsqueda, reactivo y apático. El apático sería el más peligroso de todos. Asociado con niveles de excitación bajos y altos niveles de hostilidad, podría ser una antesala de la depresión. Así que, aunque normalmente el aburrimiento no es una sensación peligrosa, hay determinados casos en los que habría que tener cuidado.