Siete cosas que debes hacer para combatir el 'jet lag' y una que no
Ciertos consejos básicos avalados por la ciencia puedes ayudarnos a disfrutar al máximo de nuestro descanso veraniego, por lejos que vayamos.
15 julio, 2017 01:47Noticias relacionadas
Este sábado empieza la segunda quincena de julio y, con ella, una nueva ola de afortunados que comienzan sus vacaciones. Algunos de ellos se desplazarán lejos y se alejarán unos cuantos husos de su zona horaria. Cuando esto ocurre, la llegada y el ajuste a los tiempos del país al que se viaja se hacen un tanto complicados. Debido al cambio horario, nuestro reloj interno se descontrola, lo que hace que estemos cansados durante el día y suframos una incapacidad para dormir de noche. Sin embargo, un poco de ciencia puede ayudar a combatir el molesto jet lag para disfrutar al máximo del viaje.
Controla las comidas
Según un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard, reprogramar el estómago es también una forma de reprogramar nuestro reloj interno. De esta forma, ayunar antes y después del vuelo y tomar la comida correspondiente de acuerdo al horario local cuando se llega al destino contribuiría a que los problemas con el cansancio y el sueño fueran menores. Por ejemplo, si se cogiera un vuelo de Madrid a Los Ángeles (de unas 14 horas de duración) habría que dejar de comer desde el momento en el que se llega al aeropuerto (unas dos horas y media al menos antes del vuelo) y durante todo el trayecto. Y lanzarse a por la comida que tocara en el horario local nada más aterrizar.
Bebe mucha agua
Metido en un vuelo de muchas horas en el que pasas varias dormitando es fácil que se te olvide beber agua. Sin embargo, la deshidratación puede hacer que los síntomas del desfase horario sean todavía más severos. Por eso la Clínica Mayo, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica médica, recomienda beber mucha agua, especialmente porque el aire en las cabinas de avión es extremadamente seco y puede acelerar la deshidratación.
Usa la cafeína a tu favor
El café puede ser un gran aliado para combatir los síntomas del jet lag, pero hay que usarlo de la manera adecuada para no agravarlos. Así, y según los expertos, la cafeína es una buena idea para aliviar la sensación de cansancio durante el día cuando se llega al nuevo país. Pero siempre hay que parar la ingesta seis horas antes de irse a la cama para que no nos impida dormir. Nada de un café antes de cenar para llegar despierto al postre.
Prueba la melatonina
Cuando el cuerpo tiene mayores concentraciones de melatonina, caes dormido antes. Por ello, y según un estudio de la Universidad de Surrey, tomar la hormona contribuirá a que evitemos el jet lag. Según la Universidad de California, si se viaja hacia el oeste (a Nueva York, por ejemplo), habría que tomar cinco miligramos en la segunda parte de la noche. Si se viaja hacia el este (a Bangkok, por ejemplo) lo ideal sería tomar el comprimido justo antes de irse a dormir.
Aprovecha la luz natural
Cuando se llega al destino, lo mejor es exponerse al máximo a la luz natural y evitar los lugares cerrados y lúgubres. Según un estudio de la revista The Journal of Physiology, la luz natural ayuda a liberar hormonas que combaten el jet lag, así que pasar los primeros días rodeado de rayos de sol ayudará a que no te duermas por las esquinas.
Ajusta tu reloj
Prepararse psicológicamente para el horario de la ciudad a la que se viaja también puede ser una buena estrategia para que el jet lag golpee con menos fuerza y para que nuestro cerebro se adapte lo más rápidamente posible al nuevo horario. Para esto, un truco muy fácil es ajustar el reloj al comienzo del vuelo y hacer que marque la hora de la ciudad que visitamos. Así, cuando aterrices ya estarás preparado para el nuevo horario y no tendrás que hacer las cuentas bajando por la escalera del avión.
Sé cabezón
Este consejo solo es aplicable para aquellos que vayan a visitar un país que esté separado únicamente por algunos husos horarios y lo haga en un viaje corto, como los de negocios. En estos casos, conseguir que tu cuerpo se adapte a un horario diferente en solo dos o tres días es muy difícil y puede hacer que los vivas en permanente estado de cansancio y se malogren tus reuniones. Por ello, y siempre que sea posible, el profesor Jim Waterhouse recomienda que sigas viviendo en tu propio horario si la visita es muy corta. Si, por ejemplo, viajas a Nueva York (que vive seis horas por detrás de nosotros), en vez de levantarte a las nueve de la mañana podrías hacerlo a las tres de la mañana. Además, te irías a dormir a las seis de la tarde en vez de a las 12 de la noche. Y aún así estarías despierto en las horas en las que se producen las reuniones de negocios. Es solo cuestión de ser un poco cabezón.
No bebas alcohol
Si crees que lo mejor para relajarte antes de subir al avión es una cerveza o que tomarte unas cuantas antes de dormir en el destino vacacional te hará caer rendido, estás equivocado. El alcohol te deshidratará más de lo que ya lo estés y tu sueño será mucho más intranquilo. Además, ¿de verdad quieres mezclar el jet lag con la resaca?