Que una prueba médica dé positivo y se considere una buena noticia ocurre en contadas ocasiones. Si se trata de una de embarazo, y el que da positivo es un hombre, el caso vira a lo excepcional. Pero eso es exactamente lo que le ocurrió al brasileño de 18 años Gerardo Andrade. La ocurrencia de probar el test reveló que sufría un tumor de las células germinales, un cáncer poco frecuente que afecta a las células origen de los gametos - óvulos o espermatozoides - pero que puede desplazarse hasta llegar a la región torácica, en donde se le ha desarrollado.
"Como era el encargado del almacén del instituto donde estudio auxiliar de enfermería, cogí una prueba de embarazo y me la hice en el baño por curiosidad" - explica el joven. "Cuál fue mi sorpresa al ver que dio positivo". Gerardo habla ahora abiertamente del suceso, pero en aquél momento se calló su sorpresa por vergüenza. Tampoco le había contado a nadie que llevaba unos meses con dolores en el pecho y escupiendo en ocasiones sangre.
El secreto duró poco. Su madre descubrió ese mismo día el aparato de la prueba en la bolsa del joven. ¿Su primera sospecha? Que pertenecía a la novia de Gerardo, a la que su hijo había dejado embarazada. El estudiante de enfermería se vi obligado a confesar la verdad, pero ni sus padres ni los de la chica se lo podían creer. Ambas familias decidieron zanjar la incógnita con una prueba para detectar la hormona beta-hCG. No hallaron ni rastro de esta sustancia en el cuerpo de la chica, pero en el de él, el índice equivalía a una mujer embarazada de ocho meses.
"Todos por Gerardo"
La hormona beta-hCG es la causa de la formación de la placenta, según explica el patólogo Carlos Gustavo Hirth. El tumor de células germinales puede producir dicha hormona y generar un tejido que se parece al de la placenta. Pero se trata de coriocarcinoma, un tipo de cáncer que se desarrolla raramente en mujeres embarazadas; en varones, su incidencia es todavía más rara. La biopsia de un nódulo en el pulmón cerca de las costillas confirmó el diagnóstico: Gerardo tenía un tumor alejado a la altura del corazón.
Han pasado cuatro meses desde el insólito diagnóstico. El joven se ha sometido a varias sesiones de quimioterapia. Los médicos ahora recomiendan una operación para extirpar uno de los nódulos, en la parte delantera del corazón. Es una operación cara que no cubren determinados seguros médicos en Brasil.
Para costearla, Gerardo ha iniciado una campaña en redes sociales: 'todospelogerardo', que ha movilizado a miles de personas en Brasil. Los clubes de fútbol del Ceará, Fortaleza y Alagoas han donado dinero, mientras que tatuadores, gimnasios o monitores de Jiu-Jitsu ofrecen sus servicios para recaudar para la causa.
Gerardo ha perdido 20 kilos y todo el pelo. Pero mantiene la vocación de seguir en el área sanitaria y no quedarse en auxiliar de enfermería, sino llegar a ser oncólogo. Su obsesión para después de la operación es demostrar a la sociedad brasileña, que tanto le está ayudando, que puede devolverlo todo con creces.
En estos momentos Gerardo se encuentra en São Paulo en espera de la operación que se producirá los próximos días. A 2.000 kilómetros de Fortaleza, su ciudad natal, el lugar donde él mismo se diagnosticó sin querer su grave enfermedad.