Ser Directioner es una tarea que requiere mucho esfuerzo: estar al día de la vida de cada uno de los componentes de One Direction, gastar ingentes cantidades de dinero para acudir a sus conciertos o soportar largas colas a la entrada de estadios y auditorios son algunos de los retos a los que se enfrentan continuamente. Pero lo que pocos de ellos saben es que también puede ocasionar visitas inesperadas a urgencias.
Y si no que se lo digan a una joven de Texas, que recientemente tuvo que acudir a los servicios de emergencias de su localidad aquejada de un colapso pulmonar que, por extraño que parezca, se desencadenó tras gritar de forma salvaje en un concierto de la conocidísima boy band. Su caso ha sido descrito en The Journal of Emergency Medicine y ha dejado perplejos a los sanitarios que la atendieron.
La joven, de 16 años, había pasado toda la noche posterior al concierto con dificultades para respirar. Tras no observar mejoría, decidió acudir a urgencias. Su caso era especialmente curioso ya que, a pesar de que no podía respirar bien, no tenía dolor en el pecho ni sonidos anormales en la respiración. Tampoco había padecido ninguna afección respiratoria reciente que pusiese haber reaparecido o un dolor de garganta.
Sin embargo, cuando los médicos procedieron a examinarla observaron un extraño crujido que se produjo bajo la piel tras pasarle los dedos por la garganta. Éste es el principal síntoma de un enfisema subcutáneo, que se produce cuando el aire procedente del sistema respiratorio penetra en los tejidos subcutáneos.
Radiografías posteriores mostraron más escapes de aire en el cuello y la cavidad torácica, llegando incluso a ocasionar un pequeño colapso en los pulmones a causa de su acumulación entre las paredes del pecho y el pulmón. Todas estos síntomas son habituales en las consultas médicas, pero que todas ocurrieran a la vez parecía algo insólito.
En un principio pensaron que podía deberse a la diabetes que padecía la paciente. De hecho, es común en este tipo de enfermos que las subidas de azúcar les provoquen dificultades respiratorias, pudiendo ocasionar pequeñas lesiones en el sistema respiratorio. Pero los análisis de sangre fueron totalmente normales.
Los médicos concluyeron que probablemente la joven tenía en su tracto respiratorio un pequeño agujero que había permanecido cerrado hasta el momento en el que emitió los gritos durante el concierto de sus ídolos. El agujero se cerró después sin causar problemas más allá de esta pequeña dificultad respiratoria, que pudo ser tratada fácilmente, dándole el alta a la niña al día siguiente.