Año tras año se repite la misma pregunta: ¿la radiación de los teléfonos móviles aumenta el riesgo de sufrir cáncer? De la misma forma que los dispositivos WiFi y otros aparatos, los teléfonos móviles emiten pequeñas dosis de radiación. Sin embargo, actualmente ni un solo estudio ha evidenciado que dicha radiación sea peligrosa para el ser humano.
Ya durante el pasado año 2014, un estudio llevado a cabo por el programa de Investigación sobre Telecomunicaciones Móviles y Salud de Reino Unido llegó a la conclusión de que la relación entre teléfonos móviles y cáncer es inexistente. Posteriormente, en el año 2015, otro trabajo realizado esta vez por un equipo de doctores en Física de la Facultad de Medicina y la Escuela Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Castilla-La Mancha estudió la relación entre radiaciones del móvil, wifi, televisión y otros dispositivos y llegó a la misma conclusión: no existe relación entre las radiaciones cotidianas y el cáncer.
Ahora, dos estudios diferentes realizados por el National Toxicology Program del Gobierno de los Estados Unidos, tanto en ratas como en ratones, han vuelto a confirmar lo mismo: el riesgo para la salud derivado del uso de teléfonos móviles es pequeño e incluso inexistente.
Dos extensos estudios sobre radiación móvil
En este caso, ambos estudios encargados por el gobierno norteamericano han analizado las posibles consecuencias de exponer a radiación tanto a ratas como a ratones durante nueve horas diarias durante dos años, siendo así los estudios más extensos hasta el momento sobre las señales de microondas.
Ambos tipos de roedores fueron expuestos a radiaciones de uno a 10 vatios por kilogramo de tejido, en comparación a los niveles habituales de 1 vatio por kilogramo de tejido que suelen emitir la mayoría de los smartphones modernos.
El único hallazgo destacable en ambos estudios fue que, en el 6% de las ratas macho, las altas dosis de radiación produjeron tumores cardíacos llamados shwannomas malignos. Dichos tumores eran similares a los tumores cerebrales descritos en anteriores estudios. Sin embargo, estos tumores no se desarrollaron ni en las ratas hembra ni en los ratones, por lo que los investigadores han sugerido que lo que podría haber pasado es que las ratas macho suelen ser más grandes y por eso absorben más radiación.
Un raro tumor cardíaco, solo en ratas a altas dosis de radiación
Además de los mencionados tumores cardíacos, estos estudios también han descrito la producción de otros tumores no malignos y problemas de salud en un pequeño número de roedores, pero no se ha logrado vislumbrar una relación directa concluyente entre la radiación y el desarrollo de estas enfermedades.
Por otro lado, como bien se afirma en el comunicado publicado por parte del National Institute of Enviromental Health Sciences de los Estados Unidos (NIEHS), el desarrollo de estos raros tumores cardíacos se debería a una exposición a unos niveles de radiación superiores a los permitidos a nivel cotidiano. En otras palabras, es imposible que un smartphone sea capaz de llegar a los niveles de radiación necesarios para llegar a producir estos problemas de salud.
Típicamente, los teléfonos móviles emiten niveles de radiación mucho más bajos que el nivel máximo permitido, y para este estudio dicho nivel se superó con creces. Asimismo, durante el estudio, se detectó que la producción de schwannomas malignos era directamente proporcional a los niveles de exposición a radiación. Es decir, a mayores niveles de radiación, mayor riesgo de producción de tumoraciones cardíacas, y solo en un pequeño porcentaje de ratas macho. No se detectaron tales problemas ni en ratas hembra ni en ratones.
Según declaraciones de John Bucher, del National Toxicology Institute de Estados Unidos, al medio norteamericano Bloomberg, los hallazgos de estos dos trabajos son similares a los detectados en anteriores estudios. Asimismo, cada vez los dispositivos móviles emiten menos radiaciones, por lo que descarta cualquier peligro para la salud en el organismo humano.