Tonia Rossington, una mujer de 49 años, acaba de salir del anonimato después de reconocer que se quitó los implantes mamarios en su propia casa tras ver un tutorial del procedimiento quirúrgico en YouTube. La espeluznante historia de esta británica ha causado un tremendo revuelo en todo el Reino Unido.
Según su testimonio, esta mujer, que se encontraba desesperada y no podía permitirse pagar el coste de la operación (3.000 libras, unos 3.100 euros), decidió utilizar sus propias manos y los medios que tenía a su alcance para realizar la operación en su propio domicilio, con un bisturí casero y desinfectante.
Rossington, natural de Skegness, una localidad al Este de Inglaterra, se sometió a una operación de aumento de pecho hace 14 años, en 2004, en Bruselas. "Los pechos grandes estaban de moda y pude tener tres hijo", relata la inglesa en declaraciones recogidas por el diario The Times. "Pensé que eran geniales, pero esa sensación pronto desapareció", relata. Comenzó a perder peso y a sentir que los implantes de silicona se veían demasiado grandes en su figura.
Visitó a su médico para pedirle ayuda, pero éste le informó de que el sistema público de salud británico sólo podía retirar las prótesis mamarias si éstas se rompían o suponían un peligro para su salud. Así, hace dos años comenzó a darle vueltas a la idea de quitarse los implantes sin recurrir a la ayuda de profesionales médicos. "Tengo un estómago bastante fuerte y sabía que podía sacarlos", asegura.
Rossington anestesió la zona con hielo y luego hizo una incisión para extraer los implantes, uno de los cuales parecía haberse roto. Según su relato, no sintió ningún tipo de dolor, un hecho que podría explicarse debido a que los nervios de la zona podrían haber quedado dañados en la primera operación. Después, se puso unos apósitos y condujo hasta el hospital más cercano, dónde los médicos limpiaron y suturaron las heridas y, tras un escáner, comprobaron que, efectivamente, los implantes ya no estaban.
Naveen Cavale, de la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos, ha asegurado que la operación casera a la que se sometió Rossington implicaba un tremendo riesgo y que podría haberse dañado distintas arterias y provocado una grave infección.