Policías, bomberos y soldados se 'ponen' de MDMA: el estudio más raro del año
Un experimento evalúa positivamente la eficacia del MDMA en combinación con la psicoterapia para el trastorno por estrés postraumático y sus protagonistas son algunos de los que más combaten su consumo.
10 mayo, 2018 17:20Noticias relacionadas
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Consumir MDMA -o éxtasis- delante de un policía no es, en principio, la mejor de las ideas, pero la situación que detalla en su última edición la revista The Lancet Psychiatry es aún más extraña. Pertenecientes a estas fuerzas de seguridad, junto a militares y bomberos han sido conejillos de indias para un curioso experimento, que pretendía demostrar una impactante hipótesis: que el uso controlado de esta droga, siempre en combinación con la psicoterapia, puede ser la mejor herramienta para acabar con el trastorno de estrés postraumático (SEPT), las secuelas psicológicas tras vivir un episodio traumático.
Los resultados de la investigación -un ensayo en fase II, la segunda de tres de la investigación clínica- han demostrado que, en efecto, esta droga recreativa es una opción más que válida para los que lo padecen.
El estudio se engloba en una serie de investigaciones que pretenden evaluar el efecto del MDMA y otras drogas -como el Nexus e incluso la cocaína- como herramientas terapéuticas que, lejos de ser consumidas de fiesta, lo serían en consultas de reputados psiquiatras y psicólogos.
Detrás de este último experimento está una entidad dedicada específicamente a este campo, la Asociación Multidisciplinar para los Estudios Psicodélicos (MAPS), que son los que diseñaron y financiaron este estudio, en el que han participado 26 soldados, policías y bomberos con SEPT. El organismo que regula fármacos y alimentos en EEUU, la FDA, ha autorizado la investigación.
Al contrario que en otros trabajos, en los que hay un grupo control que no se medica y otro que sí, en este caso todos los participantes consumieron MDMA en dos sesiones de ocho horas de duración -sesiones experimentales, las denominaron- y además recibieron 13 horas y media de psicoterapia.
La diferencia entre los tres grupos en los que se dividió a los conejillos de indias fue la dosis: dos terceras partes tomaron dosis bajas (de 30 y 75 miligramos) y el llamado grupo de intervención la dosis completa (una pastilla con entre 100 y 125 miligramos, la misma cantidad de droga que tienen los comprimidos ilegales).
Sólo un mes después de las dos sesiones de psicoterapia y éxtasis y la terapia psicológica convencional, se vio que el experimento había funcionado. En sólo 30 días, el 68% de los miembros del grupo que consumieron la dosis más alta dejaron de estar traumatizados, mientras que un 29% de los que habían tomado poco MDMA también se habían curado de su trastorno.
"Al menos uno de cada dos pacientes de este síndrome no toleran o no responden adecuadamente a los tratamiento existentes, por lo que hay una necesidad urgente de desarrollar mejores tratamientos para los millones de militares veteranos y otras profesiones afectadas", explica el autor principal del estudio, el médico Michael Mithoefer, que resume así los resultados de su experimento: "Son una evidencia de que el MDMA, usado sólo dos veces con un intervalo de un mes, puede hacer a la psicoterapia mucho más eficiente y mejor tolerada".
El experto se muestra esperanzado con que los estudios en fase III, que empezarán este mismo año, demuestren unos resultados similares y el tratamiento "se pueda prescribir de forma generalizada".