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    Los yogures, ya sean desnatados o azucarados, pueden comer después de la fecha de consumo preferente. Ya lo dijo Arias Cañete: "Yo me como un yogurt caducado y no me sienta mal".

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    ¿Y pasa algo por comer embutido o queso caducado? No, según la OCU tampoco pasa absolutamente nada.

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    Las patatas fritas de bolsa, pese a ser un producto nada saludable, también pueden consumirse después de la fecha de consumo preferente (siempre y cuando no estén deterioradas).

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    La mantequilla y la mermelada son otros dos ejemplos de productos que se pueden tomar rebasando la frontera de la fecha de consumo preferente.

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    Las legumbres, ya sean alubias, garbanzos o lentejas, por ejemplo, también pueden tomarse sin ningún problema.

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    ¿Y los frutos secos? También.

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    El pan de molde no es tampoco un producto demasiado saludable, pero siempre que no esté enmohecido o presente mal aspecto, puede consumirse con total tranquilidad.

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    Lo mismo ocurre con las pastas y los arroces.

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    También te puedes comer con total tranquilidad una salsa o sopa de sobre después de la fecha de consumo preferente, que no va a pasar nada.

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    Los refrescos, que tienen enormes cantidades de azúcar, también entran dentro del grupo de alimentos que pueden consumirse después de la fecha de consumo preferente.