Del mismo modo que existe una brecha salarial de género en el trabajo, en el sexo las mujeres son habitualmente las grandes perjudicadas. Mientras que la mayoría de los varones alcanza el orgasmo con suma facilidad a través de la penetración, la sexualidad femenina es mucho más compleja y suele requerir otro tipo de prácticas al margen del coito. Por esta razón, desde hace años, científicos de diversas áreas se han afanado por desentrañar los misterios que se ciñen sobre la fisiología femenina.
Hace unos meses, un grupo de investigadores de la Universidad de Indiana y la Universidad de Chapman decidió encuestar a más de 52.000 sujetos (hombres y mujeres heterosexuales, homosexuales y bisexuales con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años) para conocer cuáles son las prácticas sexuales clave a la hora de llegar al éxtasis. El trabajo, publicado en la revista Archives of Sexual Behavior, sirve de reflejo para conocer cómo viven los distintos géneros el sexo.
El estudio apunta que mientras que el 95% de los hombres heterosexuales encuestados afirma llegar al orgasmo durante las relaciones sexuales, sólo el 65% de las mujeres lo hace de forma habitual. De hecho, las mujeres heterosexuales son las que peor paradas salen en cuestión de orgasmos. Así, las mujeres bisexuales afirman alcanzar el cénit del placer el 66% de las veces y las lesbianas lo hacen en un 86% de las ocasiones en sus relaciones con personas del mismo sexo.
La investigación también ahonda en las prácticas preferidas por los distintos sexos y revela que hay una combinación de tres prácticas, el ‘trío dorado’, con las que las mujeres consiguen llegar al orgasmo de forma mucho más habitual que con la penetración. Se trata del sexo oral, la estimulación genital y los besos profundos.
El estudio de estos investigadores norteamericanos arroja algunos datos por desgracia habituales. Por ejemplo, casi el 30% de los hombres piensa que las relaciones sexuales vaginales son la mejor forma de que las mujeres lleguen al orgasmo. En cambio, la realidad es que sólo el 35% de las féminas llegan siquiera a excitarse durante la penetración. En cambio, la amplia mayoría de las mujeres heterosexuales, bisexuales y lesbianas aseguran alcanzar el orgasmo con estas prácticas.
La psicología y el bienestar tanto personal como en pareja también juegan un papel muy importante. Según los autores del trabajo, las mujeres que tenían más probabilidades de llegar al orgasmo eran, paradójicamente, las que estaban más satisfechas con su relación, las que no se cortaban a la hora de pedir lo que querían en la cama, las que bromeaban con algún episodio ocurrido durante las relaciones sexuales y daban rienda suelta a sus fantasías probando nuevas posiciones.
No es extraño que estos factores influyan de forma determinante a la hora de alcanzar el placer si tenemos en cuenta lo que ya apuntó María Fernanda Peraza, médica especialista en Urología y Medicina Sexual del Hospital Universitari Dexeus, en un artículo en EL ESPAÑOL. "La respuesta sexual femenina es circular. Se trata de un sistema complejo en el que entran en juego factores biológicos, pero también psicológicos, que hacen que el deseo en las mujeres se pueda disparar de muy diversas formas".