Las personas que comen más carne procesada sufren más enfermedades psiquiátricas
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Las diversas revistas científicas de todo del mundo, sean de pago como las históricas Nature o Science o de libre acceso, como el no menos notorio British Medical Journal, publican cada día decenas de estudios de los cuales únicamente una pequeña parte trasciende a los medios de comunicación. Y cuando lo hace, es importante subrayar que estos descubrimientos no son siempre verdades incontestables, ni las relaciones detectadas deben entenderse al pie de la letra.
Estas son las circunstancias de un trabajo publicado en Molecular Psychiatry y en el que se llega a la conclusión de que el consumo de carne procesada, como el salchichón, el salami, el bacon y otros productos cárnicos aumentaría significativamente el riesgo de sufrir trastornos maníacos. Y esto no es lo más llamativo del estudio, porque este trabajo no tenía como objetivo buscar esta relación. Se descubrió por casualidad.
Si bien es cierto que la carne roja en general y especialmente la carne roja procesada en particular se han relacionado con diversos problemas para la salud, la realidad es que las conclusiones de este trabajo deben tomarse con cierta distancia: los investigadores detectaron la relación pero no pudieron demostrar una causa-efecto contrastada en sus ensayos.
Trastorno maníaco y carne
En el nuevo trabajo, en el que se llevaron a cabo hasta tres estudios diferentes, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y del Sistema de Salud Sheppard Pratt, comenzaron elaborando largas encuestas donde las preguntas a los participantes eran sobre su alimentación en general. Su consumo de carne roja procesada en particular tan solo fue evaluado por una pregunta de entre tantas.
En el primer estudio, los investigadores llevaron a cabo una encuesta en pacientes con diagnóstico de diversos trastornos psiquiátricos, donde constaba una extensa lista de preguntas sobre su vida. También se les preguntaba si consumían carnes procesadas, pero tan solo de forma complementaria. Las mismas preguntas también se realizaron a individuos sin trastorno psiquiátrico alguno.
Cuando se revisaron las encuestas llevadas a cabo entre los años 2007 y 2017 -alrededor de 1.000 cuestionarios-, los investigadores detectaron que aquellos individuos que sufrían trastorno maníaco respondían "sí" a la pregunta sobre las carnes procesadas con mucha más frecuencia que los pacientes con otros trastornos, como depresión o esquizofrenia, e incluso en comparación con los individuos sin diagnóstico psiquiátrico asociado.
De hecho, la respuesta afirmativa en dicho trastornos aumentaba la probabilidad de los pacientes de estar en el grupo de trastorno maníaco hasta 3,5 veces en comparación a los otros individuos estudiados. Se trata de una relación bastante significativa, pero no por ello importante por sí misma.
En un segundo estudio, los investigadores intentaron reproducir los resultados del primer trabajo preguntando a 40 personas sobre los síntomas psiquiátricos y la ingesta de carne procesada, con resultados similares.
Nitritos, el ingrediente que podría causar manía
Finalmente, en un tercer estudio, los investigadores intentaron vislumbrar qué ingredientes de estas carnes podrían causar manía. Para ello, alimentaron con carnes procesadas a ratas y observaron en qué casos se daban síntomas de hiperactividad. Aunque no es equiparable al trastorno maníaco en los humanos, los investigadores decidieron tomarlo como el equivalente más cercano.
En esta ocasión, uno de los conservantes de las carnes procesadas, los nitratos, también relacionados con el riesgo de cáncer y otras enfermedades en humanos, destacó por ser el ingrediente que daba lugar a un aumento de hiperactividad en las ratas en comparación a cualquier otro aditivo. Por tanto, los investigadores concluyen de que dicho ingrediente también debería tenerse en cuenta en humanos, aunque piden más investigación al respecto.
Por otra parte, Kellie Tamashiro, profesora de psiquiatría y ciencias conductuales de la Facultad de Medicina Johns Hopkins y una de las autoras del estudio, puntualizó que las ratas no son la mejor comparación con los humanos, por lo que este resultado podría no repetirse en nuestra especie.
Aún así, Bob Yolken, profesor de pediatría del mismo centro y coautor del trabajo, sugiere que sí habría razones para sospechar de este ingrediente. Existe una similitud química entre los nitratos y algunas sustancias cerebrales, por lo que no sería descabellado pensar que dichos nitratos afecten a las funciones cerebrales.
Para finalizar, y aunque la correlación parece ser estable y digna de tenerse en cuenta, cabe recordar que se trata de un estudio observacional con multitud de preguntas diferentes, por lo que la probabilidad de obtener falsos positivos es muy alta. Así mismo, existían respuestas poco específicas, como el consumo de "alguna vez" para las carnes procesadas. Por tanto, es necesario continuar investigando más a fondo la relación entre carnes procesadas y trastorno maníaco.