Hagamos un ejercicio de sinceridad: ¿qué nota te pondrías en la cama? Si eres una persona segura de sí misma y con un autoconcepto elevado, seguramente pensarás que lo bordas. Que un nueve sobre diez como mínimo. Pero, ¿qué pasaría si le preguntásemos a tu pareja? La respuesta sería seguramente mucho más matizada. Podría aparecer incluso algún claroscuro, algún pero. O lo que es peor: es posible también que dijera que no tienes ni idea de qué es realmente lo que le gusta.
La realidad es que el placer puede llegar a desencadenarse de las más diversas formas, a través de distintas prácticas, e incluso en los más inesperados lugares. Pero no menos cierto es que muchas mujeres disfrutan menos del sexo que los hombres porque les cuesta más llegar al orgasmo. Por esta razón, los expertos en medicina sexual llevan años estudiando cuáles son los factores y mecanismos que desencadenan el placer.
El objetivo no es otro que conseguir que el ser humano llegue cada vez a unas mayores cotas de bienestar sexual y que los problemas que experimentan algunas mujeres para alcanzar el éxtasis pasen a ser cada vez menos frecuentes. Por lo que la ciencia ha dicho hasta ahora, las claves para que el sexo sea un éxito de una vez por todas son las siguientes.
La llave del placer femenino
El clítoris es la llave que abre las puertas del placer femenino. Así lo han apuntado numerosas investigaciones en las últimas décadas. Uno de los últimos estudios en confirmarlo fue publicado el pasado mes de febrero en la revista Journal of Sex & Marital Therapy. Las conclusiones de este trabajo, con una muestra de más de 1.000 mujeres de entre 18 y 94 años, apuntan que el 36,3% de las mujeres necesitan la estimulación del clítoris para llegar al orgasmo durante el coito. Así, el otro 36% aseguraba que, aunque no siempre era necesario, la estimulación de este pequeño órgano hacía que los orgasmos fuesen mucho mejores.
¿Significa esto que ésta es la única de alcanzar el placer? No. Lo advertía María Fernanda Peraza, andróloga y especialista en Medicina Sexual del Hospital Dexeus de Barcelona, en este artículo de EL ESPAÑOL: "Hay mujeres que experimentan orgasmos sólo con la manipulación de los pezones. Podríamos decir que el orgasmo es una bombilla que se enciende tocando distintos interruptores".
Riesgo, aventura y emoción
En el sexo resulta también importante la imaginación. De hecho, muchos hombres y mujeres suelen excitarse sobremanera ante experiencias a las que no están acostumbrados o que se salen de la rutina. Tal y como relataba el psicólogo Gregg Henriques, profesor de psicología de la James Madison University de Virginia (Estados Unidos), en la revista Psichology Today, la adrenalina se dispara y la experiencia puede convertirse en una verdadera aventura. Así, resulta conveniente transgredir los límites sexuales personales de la pareja y experimentar con prácticas que nos exciten sobremanera, por inusuales que sean.
Un estudio publicado en 2014 en la revista Journal of Sexual Medicine se atrevió a desgranar cuáles eran las fantasías sexuales más repetidas entre ambos géneros. Los resultados de este trabajo apuntan que el pensamiento más habitual entre las mujeres es practicar sexo en lugares extraños o insólitos. En cambio, la más repetida entre los hombres era hacer un trío.
El descanso del guerrero
Poder llegar a disfrutar del sexo en todo su esplendor depende en buena parte de nuestro deseo. Y los factores que influyen en el deseo son múltiples y diversos. Sin embargo, hay uno que parece determinante: el descanso. Dormir bien puede provocar un aumento del deseo sexual. Un trabajo publicado en la revista The Journal of Sexual Medicine en 2015 apuntaba que un aumento de sólo una hora en el descanso nocturno provocaba un aumento de un 14% en las posibilidades de participar en actividades sexuales al día siguiente.
La cosa no queda aquí. Los investigadores de la Universidad de Michigan que realizaron el trabajo también apuntaban que "las mujeres con mayor duración promedio del sueño reportan una mejor excitación genital que las mujeres con una duración promedio del sueño más corta". Tal y como señalaba Laurie Mintz, profesora de Psicología de la Universidad de Florida, en The Conversation, "la falta de sueño puede producir problemas sexuales, y la falta de sexo puede producir problemas de sueño".
La importancia de la compenetración
Conocer a tu pareja resulta también clave. Así lo indicó un estudio publicado en la revista American Sociological Review en 2012. Según este trabajo, el mejor indicador de orgasmos en mujeres está íntimamente relacionado con el número de experiencias sexuales (en encuentros esporádicos o relaciones) con una pareja. Sin embargo, no se trata de tener sexo como el que se anota tantos en un contador, sino, más bien, de mejorar nuestro bienestar sexual a través de la práctica.
¿Y cómo se consigue esto? Tal y como explicó en este artículo Nicole Prause, directora investigadora del Laboratorio de Psicofisiología y Neurociencia Afectiva de la Universidad de California, resulta de vital importancia conocer a tu pareja y saber atender sus deseos. Porque lo que realmente lleva a la satisfacción sexual es la sintonía (psicológica y emocional) de los dos.