El refranero español siempre ha dicho que más vale prevenir que curar. Tanto es así que, a día de hoy, una de las especialidades dentro de la medicina es la que se dedica a la prevención y promoción de la salud. Sabiduría popular aparte, la medicina preventiva ha encontrado ahora en la tecnología a uno de sus mejores aliados.
Un verdadero ejército compuesto por wearables y aplicaciones móviles ayuda actualmente a monitorizar un sinfín de hábitos y otras variables de nuestra salud. En concreto, según la consultora IDC, en 2017 se vendieron más de 113 millones de wearables; y, según la Fundación Internet, Salud y Sociedad (iSYS), existen más de 160.000 aplicaciones de salud en la Play Store de Google y la tienda de apps de Apple. Así, pulseras inteligentes y herramientas móviles se han convertido en los mejores compañeros de aquellos usuarios preocupados por su salud.
De hecho, la avalancha de opciones tecnológicas en lo que a medicina preventiva se refiere ha creado la necesidad de establecer clasificaciones con las que separar el grano de la paja. No en vano, estas herramientas tienen acceso a datos personales (desde cuántas horas dormimos hasta saber qué comemos en cada momento) y puede que los usuarios tomen decisiones respecto a su salud basadas en ellas. Así, instituciones como la Junta de Andalucía o la propia iSYS cuentan con catálogos de apps verificadas y clasificadas en base a su utilidad, su fiabilidad y su estabilidad.
Por ejemplo, iSYS destaca como la mejor app de salud SocialDiabetes, una plataforma móvil con la que los pacientes pueden llevar un registro de su dieta, ajustar la insulina que necesitan en función de lo que han comido y, en resumen, llevar actualizado un diario de datos con el que consultar toda esta información.
También son destacadas por el catálogo de la fundación apps como Código Infarto o Infermera Virtual. La primera permite conocer cuáles son los síntomas de un infarto, conocer qué riesgo tenemos de sufrir uno en base a distintos factores y, especialmente, aprender a reaccionar en los primeros minutos. En cuanto a Infermera Virtual, se trata de una aplicación lanzada por el Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona que contiene consejos de salud y da información fiable.
La importancia de unos hábitos de vida saludable y cómo la tecnología puede ayudar a conseguirlos
La prevención también pasa por mantener unos hábitos de vida saludable. Y en ese ámbito, las apps también pueden ayudar. Muestra de ello son los programas digitales de Entrenador Personal y Nutrición incluidos recientemente por Sanitas en su aplicación móvil (disponible tanto en la App Store para dispositivos con iOS como en la Play Store de Android). Con ellos, es posible establecer junto a un profesional objetivos tanto para hacer una dieta como para llevar a cabo un programa de actividad física y realizar un seguimiento de los avances a través de videoconsulta o chat.
El programa digital de Nutrición incluido en Mi Sanitas permite a los usuarios marcar, junto a un profesional de esta rama de la Medicina, determinados objetivos. Si algo caracteriza al programa digital de Nutrición de Mi Sanitas es la continua comunicación entre el usuario y el profesional encargado de realizar el seguimiento: ya sea por videoconsulta o a través del chat que incorpora la propia herramienta, el contacto es sencillo, con lo que el seguimiento del plan nutricional (y la constancia que ello implica) resulta un aspecto fundamental de la herramienta.
No solo de buenos hábitos alimentarios son necesarios para mantener una buena salud: el ejercicio físico también cuenta. Por eso, el otro programa digital lanzado por Sanitas facilita a sus usuarios la posibilidad de contar con el asesoramiento y la supervisión de un entrenador personal.
El funcionamiento es similar al caso del asistente en nutrición: tras rellenar un test sobre nuestra propia salud y nuestros hábitos, definiremos junto al experto esos objetivos asequibles que nos gustaría alcanzar una vez comencemos a entrenar. A partir de ahí, se elaborará una planificación semanal que el usuario tendrá que seguir. Además, no hay posibilidad de sentirse perdido en mitad de un entrenamiento, ya que cada uno de los ejercicios cuenta con un vídeo explicativo en la app.
Al igual que en el caso anterior, las videoconsultas y el servicio de chat son los pilares básicos de la herramienta. Así, la comunicación con nuestro entrenador personal será tan sencilla como entrar en la app de Mi Sanitas y consultarle nuestras dudas o preguntar por nuestra evolución.
El potencial de influencia en la prevención de salud de estas apps es tan alto que hasta las empresas empiezan a generar sus propias plataformas digitales para fomentar hábitos de vida saludable entre sus empleados. Este es el caso de la del programa Sanitas Smile. Este programa de prevención de la salud en el entorno laboral da el salto digital y a través de una app ofrece a los empleados de Sanitas consejos saludables, la participación en las actividades y talleres del programa, la consulta de contenidos de salud o el contactar con asesores personales a disposición del empleado.
La importancia del desarrollo de herramientas tecnológicas de salud es tal que ya hay incluso instituciones académicas dedicadas a este incipiente sector que ya lleva la medicina preventiva un paso más allá. En España, sin ir más lejos, abrió sus puertas el pasado año el eHealth Center, un centro académico creado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) que es el primero especializado en salud electrónica del sur de Europa.
Desde este centro, se llevará a cabo tanto investigación como formación para el desarrollo de soluciones tecnológicas enfocadas a la educación en materia de salud y la creación de aplicaciones móviles orientadas a la medicina preventiva.
Mucho más que ‘apps’
Las archiconocidas pulseras de actividad que permiten a los usuarios conocer detalles sobre el ejercicio que hacen, la calidad del sueño de cada noche y otras métricas como las calorías quemadas o incluso el ritmo cardíaco no son los únicos gadgets que ofrece a día de hoy el mercado tecnológico para llevar la prevención a cuestas a cada instante.
Si entre estas fitbands destacan las opciones de compañías como Xiaomi, Garmin o Fitbit, otros fabricantes como Lenovo apuestan por otras soluciones. El gigante chino, a través de su marca Motorola, presentó hace tan solo unos meses un módulo para su teléfono Moto Z con el que los usuarios pueden conocer su presión arterial y, además, saber cuál es su ritmo cardiaco, su temperatura e incluso la cantidad de oxígeno que transporta su sangre.
Aunque este módulo no parece muy útil para los usuarios (hace que el grosor del móvil aumente considerablemente), sí es un recurso interesante para aquellos pacientes que tengan que medir con frecuencia alguna de estas variables médicas. Su precio, eso sí, supera los 300 euros.
No obstante, no solo de grandes fabricantes se nutre el hardware destinado a la medicina preventiva. También, hace unos meses, la startup ChaseWind presentó unas gafas inteligentes orientadas a los amantes del deporte: en los cristales de las gafas, el deportista podrá ver distintos datos sobre su actividad física y, entre ellos, podrá ver su ritmo cardiaco y saber si está realizando un sobreesfuerzo que pudiera poner en peligro su salud.
De hecho, los límites parecen estar muy lejos a la hora de combinar salud y tecnología móvil. Un estudio llevado a cabo en la Escuela de Medicina de Harvard logró un 98 % de precisión a la hora de analizar la fertilidad masculina a través de un sencillo accesorio para smartphones.
Ya sea con aplicaciones que den consejos y monitoricen nuestro día a día o con herramientas físicas que permitan llevar un control de nuestra salud, lo cierto es que la tecnología ha confirmado su capacidad de llevar la medicina preventiva un paso más allá. ¿Preparados para cuidarnos a través de una app?