Carlos Briones, investigador del Departamento de Evolución Molecular del Centro de Astrobiología del CSIC y divulgador, ha denunciado desde su cuenta de Twitter un caso de infiltración de las pseudociencias en la Sanidad Pública. Sucedió cuando acudieron de Urgencias a un Centro de Salud del "noreste de la ciudad de Madrid" con su hijo que sufría un cuadro de 39,2ºC de fiebre y evidencias de sufrir una infección bacteriana, que la pediatra pretendió tratar con homeopatía.
El paciente, de 11 años, presentaba placas "visibles" en la garganta, afirma el Doctor en Ciencias Químicas con especialidad en Bioquímica y Biología Molecular que le provocaban un fuerte dolor. Al tratarse de una consulta por Urgencias, fueron derivados a una doctora que no conocían. El primer indicio de mala praxis lo pudieron observar cuando la pediatra no tomó la temperatura al paciente con el termómetro sino con la mano.
"Sí está caliente, pero es bueno que tenga fiebre para que lo saque todo"- habría dicho la doctora según relata el investigador. "Así, como lo oís" -se indigna. "Esto además me recuerda historias lamentables que he leído recientemente y prefiero no traer aquí". Un episodio que trae a la memoria es el de la muerte en Girona de una joven por un cáncer de mama que rechazó el tratamiento médico para ponerse en manos de un curandero. Éste le decía que "era bueno" que su tumor "saliera" porque así se "oxigenaba".
Tras una inspección superficial que no vio las placas en la garganta del niño, según cuenta Briones, la pediatra concluyó que "podía ser algo vírico". A continuación les recomendó un producto homeopático con vagas indicaciones, una pastilla para chupar. "Puede tomarse una, bueno, o más… hasta cinco al día". La falta de rigor escandalizó al científico. "En un caso como éste. Con un niño".
Las infracciones deontológicas no habían terminado: la doctora tenía en la consulta una caja del producto para promocionarlo en sus pacientes. E incluso les indicó una farmacia cercana ("o bazar"- ironiza Briones citando a otro divulgador, José M López Nicolás) en la que podía adquirirse.
Tras recurrir a otra profesional, el diagnóstico fue que el niño sufría una infección bacterina severa, y se le prescribieron tanto antitérmicos para bajar la fiebre como antibióticos a diez días. Además de denunciar el caso en las redes, el científico ha elevado una reclamación a la Gerencia Asistencial de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid con los detalles y la identidad de la pediatra, que él prefiere mantener en el anonimato porque no busca un "linchamiento".
"Lo que quiero con este hilo es alzar la voz ante lo que ocurre a veces en la Sanidad pública, en este caso de Madrid"- explica."Soy un firme defensor de la sanidad pública ...) Pero esto es una VERGÜENZA. Espero que mi reclamación tenga algún efecto y se tomen medidas frente a esta homeópata oculta tras una bata blanca de médico. Y que se investigue seriamente cuántos casos similares puede haber".