En un gran ensayo clínico para determinar los riesgos y beneficios de la dosis baja diaria de aspirina en adultos sanos sin episodios cardiovasculares previos, la aspirina no prolongó la vida sana e independiente (vida libre de demencia o discapacidad física persistente). El riesgo de morir por una variedad de causas, incluido el cáncer y la enfermedad cardiaca, varió y requerirá más análisis y seguimiento adicional de los participantes en el estudio, según los autores.
Estos hallazgos iniciales del estudio ASPREE, parcialmente respaldados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) estadounidenses, se publican en la edición digital de este domingo en tres artículos en The New England Journal of Medicine. ASPREE es un ensayo internacional, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo que inscribió a 19.114 personas mayores de 70 años.
Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno tenía que tomar una dosis baja de aspirina diaria y el otro no. Ninguno de los participantes tenía trastornos que requirieran del uso de este fármaco y estaban sanos. Fueron observados durante una media de 4,7 años.
"Las directrices clínicas señalan los beneficios de la aspirina para prevenir ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares en personas con enfermedades vasculares como la patología de la arteria coronaria", dice Richard J. Hodes, director del Instituto Nacional del Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés). "La preocupación ha sido la incertidumbre sobre si la aspirina es beneficiosa para personas sanas sin esas patologías. Este estudio muestra por qué es tan importante realizar este tipo de investigación, para que podamos obtener una imagen más completa de los beneficios y riesgos de la aspirina entre las personas mayores sanas", agrega.
El equipo de científicos fue dirigido por John J. McNeil, jefe del Departamento de Epidemiología y Salud Preventiva en la Universidad de Monash, en Melbourne, Australia, y Anne M. Murray, directora del Centro Berman para Resultados e investigación clínica en Hennepin Healthcare en Minneapolis, Estados Unidos. La investigación fue apoyada en parte por el (NIA) y el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés), ambos partes de los NIH. El componente australiano del estudio también recibió fondos del Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica de Australia y de la Universidad de Monash. La aspirina y el placebo fueron suministrados por Bayer, que no tuvo otra participación con el estudio.
En la población total del estudio, el tratamiento con 100 mg de aspirina por día no afectó a la supervivencia libre de demencia o discapacidad. Entre las personas asignadas al azar para tomar aspirina, el 90,3 por ciento permaneció con vida al final del tratamiento sin discapacidad física persistente o demencia, en comparación con el 90,5 por ciento de los que tomaron un placebo. Las tasas de discapacidad física fueron similares y las tasas de demencia fueron casi idénticas en ambos grupos.
Mayor riesgo de muerte
El grupo que tomó aspirinatuvo un mayor riesgo de muerte en comparación con el grupo placebo: el 5,9 por ciento de los participantes que tomaron aspirinay el 5,2 por ciento que tomaron placebo murieron durante el estudio. Este efecto de la aspirina no se ha observado en estudios previos; y se necesita precaución al interpretar este hallazgo. La mayor tasa de mortalidad en el grupo tratado con el fármaco se debió principalmente a una mayor tasa de muertes por cáncer. Se informó de un pequeño aumento en los nuevos casos de cáncer en el grupo que tomó aspirina, pero la diferencia pudo deberse a la casualidad.
Los investigadores también analizaron los resultados de ASPREE para determinar si ocurrieron eventos cardiovasculares. Descubrieron que las tasas de eventos cardiovasculares mayores, que incluyen enfermedad coronaria, ataques cardiacos no mortales y accidente cerebrovascular isquémico fatal y no fatal, fueron similares en los grupos de aspirina y placebo. En el grupo del fármaco, 448 personas experimentaron eventos cardiovasculares, en comparación con 474 personas en el grupo de placebo.
"El aumento de las muertes por cáncer en los participantes del estudio en el grupo de aspirina fue sorprendente, dado que estudios previos sugieren que el uso de aspirina mejora los resultados del cáncer", dice Leslie Ford, directora asociada de investigación clínica de la División de Prevención del Cáncer del NCI. El análisis de todos los datos relacionados con el cáncer del estudio está en marcha y hasta que tengamos datos adicionales, estos hallazgos deben interpretarse con precaución", agrega.
"El seguimiento continuo de los participantes de ASPREE es crucial, especialmente porque los efectos a largo plazo sobre los riesgos de resultados como el cáncer y la demencia pueden diferir de los del estudio hasta la fecha --apunta Evan Hadley, director de la División de Geriatría y Gerontología de NIA--. Estos hallazgos iniciales ayudarán a aclarar el papel de la aspirina en la prevención de enfermedades para los adultos mayores, pero se necesita aprender mucho más. El equipo de ASPREE continúa analizando los resultados de este estudio y ha implementado planes para monitorizar a los participantes".