Recientemente, el medio anglosajón The Sun llegó a afirmar que una niña de 4 años de Reino Unido había desarrollado una sepsis -una grave infección multiórgánica- tras probarse unos zapatos en el colegio sin llevar calcetines. El tabloide afirmó que sería precisamente esta falta de calcetines la causante de la reacción.
La infección bacteriana se habría iniciado coincidiendo en el tiempo con la prueba de los zapatos. Sienna Rasul, de Gales del Sur, ingresó en el hospital durante cinco días donde se le suministró antibióticos por vía endovenosa. Pero The Sun se equivoca en las causas.
En este caso, el medio anglosajón ha errado a la hora de usar correlación como sinónimo de causalidad: que dos eventos se relacionen en el tiempo no significa que uno sea causante de otro. De hecho, este sesgo es uno de los más típicamente observados en multitud de estudios científicos hoy en día.
Sufrir una sepsis o infección multiorgánica, donde el sistema inmune genera una reacción exagerada contra una bacteria, es bastante raro. Una sepsis se produce cuando un microorganismo logra pasar del órgano infectado a la sangre, dando lugar a un fallo multiorgánico potencialmente mortal. Comúnmente, las infecciones del sistema nervioso, como las meningitis, o las infecciones de las vías urinarias, como las pielonefritis, son las más letales.
Según datos de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), en España la sepsis afecta a 50.000 individuos cada año (104 casos por cada 100.000 habitantes), de las cuales mueren 17.000. En todos los casos la rapidez en el diagnóstico y el uso de antibióticos es crucial.
Sin embargo, contraer una sepsis por probarse unos zapatos sería un caso extremadamente raro. De hecho, se desconoce el origen exacto de la infección de Sienna, aunque The Sun afirma que los médicos sospecharon de los zapatos: un corte o herida en el pie podría haber sido la fuente de entrada. Sin embargo, de nuevo, se trataría de una circunstancia extremadamente rara. Con tan solo 4 años, la causa más común de sepsis habría sido una infección respiratoria o urinaria.
Relacionar un proceso tan grave como una sepsis con unos zapatos es obviar que el ser humano se encuentra continuamente rodeado y habitado por bacterias. la piel humana está invadida por bacterias, e incluso el sistema urinario y el sistema gastrointestinal lo están, siempre, porque las bacterias viven de forma simbiótica a las células humanas.
Probablemente habría bacterias en los zapatos que se probó Sienna -como en cualquier otra parte- y no por ello el ser humano está expuesto de forma continua a una sepsis. De hecho, es mucho más probable que tal infección estuviese iniciándose previamente y que se potenciase con la falta de uso de calcetines, pero no por ello implica que los zapatos fuesen un foco infeccioso.
Por otro lado, se sabe que existe cierta predisposición genética al desarrollo de una sepsis grave, aunque se desconoce si ese fue el caso de la niña de 4 años. De hecho, este tipo de cuadro clínico suele afectar de forma más común a niños de menos de 1 año o a adultos mayores de 65 años, o bien a individuos que poseen un sistema inmune debilitado o afectos por enfermedades crónicas -como la diabetes mellitus.
Si bien es cierto que probarse unos zapatos sin usar calcetines es antihigiénico, no es arriesgado en cuanto a su potencial infeccioso se refiere. Incluso sufriendo alguna herida que pudiese sobreinfectarse, sería complicado acabar desarrollando una sepsis. Además los calcetines no son completamente impermeables, y su uso no habría evitado un caso tan raro como este.