El pasado cinco de octubre el alcalde de la localidad toledana de Torrijos, Anastasio Arevalillo, ofreció una rueda de prensa que pasó completamente desapercibida para el resto de España. En ella, el responsable del consistorio declaraba que estaba a la espera de un certificado de la Consejería de Sanidad de Castilla La Mancha para reabrir la piscina de invierno de la localidad, después de haberla reformado por completo este verano, con unas obras que ascendieron a algo más de 100.000 euros.
Este viernes, un artículo publicado en El País hablaba también de esas obras, pero para dar una noticia muy distinta. Según el medio, en dichas instalaciones habría adquirido la ameba Naegleria fowleri una niña de 10 años de la localidad, la primera afectada en España por esta ameba también conocida como comecerebros y, sobre todo, una de las pocas personas en el mundo que ha sobrevivido a la enfermedad -meningitis amebiana primaria (MAP)- que provoca, mortal en más del 95% de los casos.
Según explica a EL ESPAÑOL Arevalillo, no está tan claro que la menor adquiriera ahí la infección, aunque sí es un hecho que la ameba se encontró en dos de los vasos de la piscina, algo que el alcalde supo en junio, tres meses después de que la niña se hubiera recuperado casi milagrosamente y cuando la labor epidemiológica de quiénes buscaban el origen del microorganismo les llevara a preguntarse si éste podría estar en la piscina donde la pequeña daba clases de natación dos veces por semana.
En la anterior labor detectivesca -identificar al patógeno- participó activamente el investigador de la Universidad de La Laguna (ULL) Jacob Lorenzo Morales, que explica a este diario que hace unos meses contactó con ellos el Laboratorio de Protozoos del Centro Nacional de Microbiología, adonde habían llegado las muestras de la ameba encontrada en la niña. Ambos están dentro de la Red Colaborativa Nacional de Enfermedades Tropicales (RICET).
Primer caso diagnosticado en España
Lorenzo señala que el caso es el primero diagnosticado en España que se conozca, ya que estas infecciones no son de declaración obligatoria y en muchos casos de encefalitis no se diagnostica el agente causal.
El investigador comenta que estas amebas viven en aguas templadas a temperaturas superiores a los 30 grados, aunque prefieren temperaturas más altas en torno a los 37 - 40 grados, una temperatura más alta de la que hay en una piscina de invierno. Aunque señala que las amebas pueden formar un estadio de resistencia denominado quiste que podría soportar niveles de cloro y otros desinfectantes, también apunta a que "se está estudiando la fuente de contaminación de dicha piscina".
En cualquier caso, la piscina de invierno de Torrijos tiene poco que ver con lo que era en marzo, cuando se produjo el caso. También con lo que era el pasado seis de junio, cuando el alcalde decidió cerrar las instalaciones tras recibir el primer aviso de que la ameba podría encontrarse ahí. A pesar de "no dejar de ser un pueblo", la historia se ha mantenido oculta hasta ahora. Fue decisión del político que, tras comunicar el hallazgo al resto de partidos (él es del PSOE) y estar en contacto permanente con la Consejería de Sanidad de Castilla La Mancha, hizo caso a la recomendación de dichas autoridades sanitarias y decidió no hacerlo público "para evitar la psicosis".
"Yo mismo tengo una hija que tuvo dolores de cabeza por esa época; si lo hubiera sabido entonces seguro que la hubiera llevado alarmado al centro de salud", comenta. Pero Arevalillo estaba tranquilo, por varios motivos. "Sé que la ameba causa esta enfermedad mortal en la gran mayoría de los casos, pero que no es fácilmente transmisible y sé que los médicos del pueblo estaban informados; no era necesario", señala.
Renovación completa de las instalaciones
Una vez que se confirmó que la ameba estaba presente en las instalaciones, se decidió llevar a cabo las obras que han supuesto su renovación completa. En cualquier caso, la piscina todavía no se ha abierto, falta ese certificado de Sanidad. "Oficiosamente, sabemos que la podríamos abrir ya", adelanta el alcalde, que apela a su responsabilidad para no hacerlo todavía.
El político reconoce que la gente "sabe y no sabe", pero señala que no ha habido psicosis y que él ha sido transparente. Lo único que omitió fue el nombre de la ameba, un microorganismo cuya enfermedad asociada se descubrió por primera vez en Australia en 1965.
Curiosamente, en la Red sí hay constancia de este caso -con el nombre concreto del patógeno- desde el 13 de julio de este año. En la página web de la Fundación io -que desarrolla proyectos en Enfermedades Infecciosas y en Medicina Tropical y del Viajero- se puede encontrar una entrada con esta fecha que reza: "Primer caso de meningoencefalitis por Naegleria fowleri en España. Fue notificado en Castilla-La Mancha en una niña de 10 años que comenzó síntomas en marzo de este año y que tenía como antecedente epidemiológico la asistencia semanal a una piscina pública en dos de cuyos vasos se detectó también N. fowleri".
La Fundación explica cómo este microorganismo suele adquirirse, efectivamente, en entornos acuáticos, en agua dulce templada, como lagos artificiales y zonas de aguas termales o de contaminación térmica de ríos y arroyos. La ameba comecerebros, que recientemente estuvo en los medios por causar la muerte de un surfista en EEUU, entra en la cavidad nasal, en forma de trofozoito, a través de la introducción de agua tras la inmersión, buceo, nado o tras realizar diferentes actividades recreativas acuáticas que supongan la inmersión de la cabeza en el agua o la entrada de agua en las fosas nasales. "La infectividad se produce primero a través de la unión a la mucosa nasal, se desplaza por el nervio olfatorio y a través de la lámina cribosa (más porosa en niños y adultos jóvenes), llega a los bulbos olfativos en el Sistema Nervioso Central (SNC)", explica en la página de la Fundación.
Según El País, los facultativos que atendieron a la menor en marzo están completando la investigación y ésta sigue bajo control por la posibilidad de que sufra secuelas. "Esto depende de las lesiones que haya causado la ameba en el SNC, pero hay que tener en cuenta que en más del 98% de los casos causa la muerte", subraya Lorenzo.
El alcalde de Torrijos explica a este diario que la familia no se ha puesto en contacto con ellos y que tampoco ellos lo han hecho. "A mí no se me ha comunicado el nombre de la menor", concluye.