En ocasiones, durante una intervención quirúrgica, es complejo distinguir las estructuras orgánicas que se están visualizando. En los libros de anatomía se suelen aislar muchas de estas estructuras e ilustrarlas con colores vivos para hacerlas fácilmente distinguibles y reconocibles, pero la realidad es que no es tan fácil. De hecho, no existen espacios entre estructuras como dejan entrever dichas representaciones gráficas, y por en medio suele haber diversas capas de tejidos de colores muy parecidos entre ellos.
Aún así, cualquier cirujano que se dispone a llevar a cabo una intervención quirúrgica suele saber distinguir casi a la perfección dichos tejidos. Sin embargo, los errores no son inusuales, como el que sufrió una paciente llamada Maureen Pacheco en el año 2016 en el Centro Médico Regional de Wellington, Florida, según relata el periódico The Washington Post: iba a someterse a una operación de columna vertebral, pero su cirujano le extrajo por error un riñón sano y completamente funcional.
Negligencia durante una cirugía lumbar
Inicialmente, Pacheco iba a someterse a un procedimiento cuyo objetivo era fusionar dos vértebras lumbares con el objetivo de aliviar su dolor que se inició tras un grave accidente de tráfico un año antes. Sin embargo, cuando despertó de la anestesia, la paciente fue informada de que su cirujano le había extraído una masa de su pelvis, con la sospecha de que se trataba de un tumor maligno, según consta en una queja administrativa en el Departamento de Salud de Florida.
El problema es que dicha masa no era un tumor. Se trataba de uno de los riñones de la paciente, sano y completamente funcional. Es lo que se denomina riñón pélvico o riñón ectópico. Se trata de un riñón sano y normal, pero que no ha ascendido correctamente durante el desarrollo fetal y finalmente se localiza en una zona inferior a la normal.
Por tanto, y dado el error del cirujano, la paciente lo demandó por negligencia médica. Y, aunque el pasado mes de septiembre se resolvió dicha demanda, el cirujano siempre ha negado su responsabilidad y asegura que "nunca ha hecho nada malo". Aún así, el Centro Médico Regional de Wellington afirmó recientemente en un comunicado que este cirujano ya no trabajaba para ellos, desvinculándose de él como "un médico independiente que nunca había sido un empleado suyo".
Una demanda con pruebas
Cabe destacar que es posible vivir con un único riñón de forma normal, pero es mejor poseer ambos: un solo riñón aumenta el riesgo de problemas futuros como una insuficiencia renal crónica o hipertensión arterial entre otros.
Además, en este caso, y como suele ser habitual en cualquier cirugía de columna vertebral, la paciente fue sometida hasta a dos pruebas de resonancia magnética, la mejor prueba de imagen para estudiar esta zona del organismo humano. Y en ambas pruebas se visualizó el riñón pélvico, según consta en la demanda interpuesta por la paciente.
Según el texto, Pacheco se reunió con el cirujano por primera vez antes de la cirugía de columna vertebral, momento en el cual el médico le explicó que él prepararía la zona quirúrgica pero otros dos compañeros realizarían el procedimiento de fusión vertebral. Sin embargo, y siempre según la demanda, el cirujano "se desvió de los estándares de atención médica" y "no realizó revisiones radiológicas" ni "informó a la paciente" previamente a la extracción de la masa que se confundió con un tumor maligno.
Durante el mes de diciembre de 2016, el Departamento de Salud de Florida presentó oficialmente una queja contra el cirujano ante la Junta Médica de Florida por el procedimiento médico llevado a cabo innecesariamente, sugiriendo a dicha junta la suspensión de su licencia médica o, al menos, someterlo a un periodo de prueba.