La continua búsqueda de mejoras en las cirugías han llevado al doctor Antonio De Lacy, director del Instituto Quirúrgico Lacy del Hospital Quirónsalud Barcelona, a utilizar un colorante fluorescente que ayude en la toma de decisiones durante las cirugías. Este compuesto es el Verde de Indocianina, un colorante sintético que se emplea habitualmente para el diagnóstico médico. Por ejemplo, es ampliamente utilizado en Oftalmología para examinar el flujo sanguíneo de la retina y, desde hace aproximadamente tres años, el Dr. de Lacy lo aplica de forma rutinaria en las cirugías de esófago y estómago.
El Verde de Indocianina es un compuesto soluble que se administra por vía intravenosa o intraarterial durante la intervención quirúrgica para la evaluación de la vascularización, es decir, permite comprobar que el aporte sanguíneo a los tejidos implicados en la cirugía es correcto. Las ventajas de este colorante contribuyen a la disminución de complicaciones tras la intervención y una recuperación más rápida del paciente.
El Dr. de Lacy, cirujano y pionero en esta técnica, ha logrado muy buenos resultados con el uso del Verde de Indocianina a lo largo de los años, especialmente en las cirugías para tratar el cáncer de esófago y estómago. En estos casos, además de la principal aplicación del colorante fluorescente para corroborar la correcta vascularización, también se utiliza para “ver el territorio ganglionar donde pueden estar las posibles metástasis del tumor”, aclara el facultativo.
En los últimos 20 años, el número de tumores ha experimentado un crecimiento constante “debido no sólo al aumento poblacional, sino también a las técnicas de detección precoz y al aumento de la esperanza de vida”, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), lo que ha situado al cáncer como la segunda causa de mortalidad en España, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares.
El cáncer de estómago fue uno de los cánceres más frecuentemente diagnosticados en España, tanto en hombres como en mujeres y ha afectado en total a más de 11.000 personas, según el informe Las cifras del cáncer en España 2018, publicado por SEOM. Una de las indicaciones para tratar éste y el cáncer de esófago es la cirugía para extirpar el tumor. El Dr. de Lacy explica que, en ambas patologías, prácticamente la totalidad de las intervenciones se hacen por laparoscopia, una técnica mínimamente invasiva que consiste en realizar varias incisiones de pequeño tamaño a través de las cuales se inserta el instrumental especializado y una cámara especial -el laparoscopio- que transmite imágenes de alta calidad.
La cirugía de cáncer de esófago y estómago tiene, como casi todas las cirugías oncológicas, dos períodos. El primero es el período de resección, en el que “se extirpa el tumor con todo el territorio ganglionar y durante el cual el Verde de Indocianina permite ver los diferentes ganglios en las zonas que están afectadas”. La segunda parte de la cirugía consiste en la reconstrucción de la zona que se ha extraído. Uno de los aspecto más importantes de esta reconstrucción, señala el cirujano, es la vascularización o irrigación sanguínea de los tejidos ya que ésta debe ser “lo suficientemente óptima para que no haya fugas en las anastomosis”, las uniones quirúrgicas que en este caso suponen la reconstitución de la continuidad digestiva.
En las cirugías de cáncer el colorante es de gran ayuda para hacer la resección -separación quirúrgica- del tumor, porque gracias al Verde de Indocianina “el cirujano decide dónde va a realizar la anastomosis guiándose por un marcador objetivo”, mientras que antes esta decisión se tomaba en base a “la experiencia del cirujano y la observación del tejido”. Por otro lado, el doctor de Lacy indica que utilizando este colorante se ha cambiado la decisión intraoperatoria de dónde se va a realizar la anastomosis en 1 de cada 10 pacientes, “un porcentaje nada despreciable” y al mismo tiempo, éstas se hacen “en unos órganos que has demostrado que están perfectamente vascularizados”, con lo que han logrado disminuir hasta 3 veces la incidencia de la incorrecta cicatrización de la anastomosis.
El cirujano recuerda que, aunque esta cirugía se realice con instrumental laparoscópico de última generación, “estamos dentro de la cavidad torácica y puede haber complicaciones pulmonares”, si bien la complicación más temible de las cirugías de esófago y estómago son los fallos de sutura en las anastomosis. El Dr. de Lacy ha observado que el número de complicaciones en las intervenciones que han utilizado el Verde de Indocianina es mucho menor que en otros centros especializados. “La incorrecta cicatrización de la anastomosis esofágica disminuye del 20% al 2% y la duración del ingreso suele ir de 4 a 7 días”, explica el cirujano y, además, señala que ante la ausencia de complicaciones no existe ningún riesgo de necesitar una bolsa”, ya que en algunos casos, después de una cirugía gástrica, el paciente puede precisar una bolsa de ostomía para recolectar las heces.
Incluso en estos momentos hay “un porcentaje muy alto de nuestros pacientes que se dan de alta antes de los cuatro días”, hecho que subraya el Dr. de Lacy como la principal mejora que ha observado en sus pacientes. El Verde de Indocianina ha permitido optimizar la técnica quirúrgica de las cirugías de estómago y esófago hasta el punto de que el cirujano apunta que, “con los resultados que estamos viendo, me atrevería a decir que el Verde de Indocianina, al menos en la fase de reconstrucción de este tipo de cirugías, debería utilizarse siempre”.