Entre un 70% y un 80% de las mujeres y un 10% de los hombres tiene el pelo dañado, estropeado por culpa de los efectos de tratamientos químicos (tintes, alisados…), procesos a base de calor (secador, plancha de pelo…), procesos físicos (cepillado, cardado…) o por las condiciones medioambientales (humedad, rayos UVA...). Conscientes de este problema, muchas marcas de champú promocionan e indican en las etiquetas de sus productos que son reparadores.
La Organización de Consumidores y Usuarios desmiente estas alegaciones y aclara que ningún champú puede reparar el pelo dañado ya que, a diferencia por ejemplo de la piel, el cabello humano es una fibra sin vida que no tiene capacidad propia de reparación y tampoco puede ser reparado por un champú.
La OCU aclara que, en general, los champús limpian el pelo, acondicionan, cuidan e incluso pueden embellecer el pelo. Es decir, pueden dejarlo en mejores condiciones y cuidarlo, pero no pueden repararlo.
Por eso, la organización critica el uso de alegaciones como "repara", "reparador", "regenera" o "reconstruye" en los champús y cree que no deberían utilizarse, ya que pueden crear falsas expectativas en el usuario.
La organización ha analizado en un laboratorio independiente la eficacia de 14 champús "reparadores" y ha evaluado su capacidad de lavado. Además, estos mismos productos han sido testados por peluqueros profesionales y por 30 voluntarios con cabello dañado que utilizaron los productos tres veces en la misma semana y ofrecieron su veredicto.
Según los resultados del análisis, todos los productos analizados consiguen muy buenos resultados en la prueba de eficacia de lavado, tanto en el laboratorio, como en la prueba de profesionales y usuarios.
Teniendo en cuenta todos los factores analizados (eficacia de lavado en el laboratorio, prueba de lavado y acondicionado con peluqueros y usuarios, impacto ambiental, evaluación de ingredientes y fragancias alergénicas y etiquetado), los productos que han obtenido una mayor calificación global (69 sobre 100) son Gliss Ultimate Repair champú y Elvive Dream Long Champú Reconstructor.
Por último, la OCU ha comprobado que este tipo de champús de gran consumo que se pueden encontrar en tiendas de perfumería, supermercados e hipermercados (salvo Kérastase que tiene venta exclusiva en peluquerías) suelen estar sujetos a promociones y ofertas y que en perfumerías pueden llegar a ser hasta un 27% más baratos que en otros establecimientos.
OCU desmiente además otras cuatro creencias falsas relacionadas son el uso de champús. La primera es que la espuma sirve para medir la eficacia del champú. Se trata de una falsa creencia ya que sólo ayuda a extender el producto sobre el pelo, pero no influye en la limpieza. Tampoco es perjudicial lavarse el pelo a diario, ya que la frecuencia depende de las necesidades y preferencias personales.
De igual forma, es falso que los champús caros funcionen mejor que los baratos. En la prueba de lavado realizada por la OCU todos los champús analizados obtienen resultados excelentes. Así, no es verdad que el pelo quede igual de bien si se lava con una pastilla de jabón o sólo con agua. "El jabón común puede dejar un velo opaco o mate sobre el cabello, mientras que el agua sola no arrastra la grasa y el cabello queda pesado y sin brillo", finaliza la organización.
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