Aunque parece que huelga decirlo, la vida real no está solo a una mirada sugerente y un comentario lascivo de convertirse en una orgía. Pero la omnipresencia del porno online ha terminado por contaminar nuestras percepciones de las relaciones personales y sentimentales. Para empezar, los actores porno no están siempre excitados, ni siquiera cuando actúan, y no se llevan la excitación a casa: "Puede que un día no tengas interés en el sexo, te puede ocurrir, y si no tienes cuidado, tu pareja no lo entenderá. Somos gente real con vidas reales como todos los demás", revindica Kelley Cabbana.