Las enfermedades neurodegenerativas forman un amplio grupo de trastornos del sistema nervioso que se caracterizan por la pérdida progresiva de las neuronas. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), la enfermedad de Parkinson es la segunda patología neurodegenerativa más común, después de la enfermedad de Alzheimer. En España afecta en torno a 150.000 personas, de las que un 70% son mayores de 65 años. Este tipo de patologías suelen aumentar su incidencia en grupos de población envejecidos y debido al aumento de la esperanza de vida, la prevalencia de la enfermedad de Parkinson ha aumentado considerablemente en las últimas décadas.
Los signos más reconocibles de esta enfermedad son las manifestaciones motoras como la lentitud (bradicinesia), la rigidez y quizá el más característico, el temblor, aunque hasta un 30% de los pacientes no lo presentan. Sin embargo, existen una serie de manifestaciones no motoras, como el estreñimiento, la alteración del olfato y el trastorno de conducta del sueño REM e incluso la depresión, que podrían señalar la aparición de la enfermedad de forma precoz.
La doctora Carmen Gasca, neuróloga e investigadora en el Centro Integral de Neurociencias HM CINAC, ubicado en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles, explica que inicialmente, la enfermedad de Parkinson “se describió como un trastorno puramente motor, pero ahora sabemos que puede haber otras manifestaciones no motoras como el deterioro cognitivo o la demencia, que afectan a una gran proporción de pacientes”.
A menudo, el deterioro cognitivo puede ser incluso más incapacitante que las manifestaciones motoras, causando en los pacientes dependencia para las actividades cotidianas. La demencia es una de las consecuencias más devastadoras de este deterioro cognitivo y, en la mayoría de los casos, se manifiesta en estadios avanzados de la enfermedad, varios años después del diagnóstico.
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad crónica y progresiva de la que se desconocen las causas, aunque “se sabe que hay una pérdida de neuronas en la sustancia negra del cerebro (situada en el mesencéfalo), las neuronas dopaminérgicas (que producen el neurotransmisor dopamina)”. La muerte de estas neuronas es lo que conduce a la pérdida de control del movimiento pero, a la vez, “hay inclusiones patológicas denominadas cuerpos de Lewy, unos depósitos de proteínas” que generalmente se relacionan con el origen de la demencia.
HM CINAC es el centro que más tratamientos por ultrasonidos hace en el mundo para la enfermedad de Parkinson, y el único en tratar, no solo el temblor, sino también la rigidez y la lentitud derivadas de la enfermedad mediante ultrasonido focal de alta intensidad (HIFU o High Intensity Focused Ultrasound). Esto afianza su posición como referencia mundial en el abordaje del temblor, la rigidez y la acinesia mediante la subtalamotomía en enfermedad de Parkinson y de talamotomía para erradicar el temblor esencial. Estas técnicas, mínimamente invasivas, consisten en la realización de una termolesión en las estructuras profundas del cerebro sin la necesidad de realizar una incisión craneal u otra cirugía y tienen efecto inmediato.
Ahora, en HM CINAC, investigan las posibles causas de la enfermedad de Parkinson, "para poder frenar el proceso neurodegenerativo”, afirma la neuróloga. De forma paralela a las aplicaciones del HIFU, han desarrollado una técnica basada en el empleo del ultrasonidos de baja intensidad (LIFU o Low Intensity Focused Ultrasound) que se ha empleado por primera vez en dos pacientes con enfermedad de Parkinson.
El LIFU, ultrasonidos para combatir la demencia
El equipo de HM CINAC, dirigido por el doctor José A. Obeso, está desarrollando un estudio sobre el LIFU, concretamente para su aplicación en la demencia derivada de la enfermedad de Parkinson. “Empezamos a diseñar el proyecto hace aproximadamente dos años, sabiendo que es un paso muy importante para tratar las enfermedades neurodegenerativas”, señala la doctora Gasca.
Casi todos los tratamientos actuales utilizados en la enfermedad de Parkinson actúan a nivel “dopaminérgico”, es decir, para suplir la falta de dopamina que origina las manifestaciones motoras, pero HM CINAC ha sido el primer centro del mundo en aplicar la técnica LIFU en pacientes con demencia asociada a la enfermedad de Parkinson. También fueron pioneros en aplicar el HIFU para controlar las manifestaciones motoras que escapan a la medicación, siendo el centro que más pacientes ha tratado en el mundo con esta técnica.
Mediante el LIFU se aplican ultrasonidos de baja intensidad en una zona localizada del cerebro para abrir de forma focal y reversible una estructura natural que recubre al sistema nervioso central -la barrera hematoencefálica- limitando la entrada de sustancias tóxicas pero que también impide la entrada de moléculas con acción terapéutica, las cuales podrían reducir las proteínas tóxicas que se acumulan y así prevenir la muerte neuronal.
Introducir medicación directamente en las partes afectadas del cerebro será el objetivo final, pero por ahora la investigación se centra en probar la seguridad y viabilidad de la técnica LIFU. “El objetivo principal, que es el de seguridad, lo hemos conseguido en los dos pacientes tratados hasta el momento. Además hemos visto que se puede hacer de forma repetida, porque a las 24 horas del procedimiento observamos que la barrera hematoencefálica se ha cerrado”, subraya la doctora.
De forma secundaria, los pacientes se someten a unos análisis exploratorios mediante estudios de imagen PET para comprobar si uno de los depósitos de proteínas implicados en la demencia se han reducido y, a nivel cognitivo, se realizan una serie de test neuropsicológicos (memoria, atención, orientación, etc).
Aun así, es necesario ser cautelosos. Hasta ahora el procedimiento se ha realizado solamente en dos pacientes -el primero en noviembre de 2018- y el tratamiento se encuentra en un estadio muy inicial, pero los primeros resultados avanzan un buen pronóstico para la investigación: “Hemos visto que había mejoría en los tests cognitivos”, apunta Gasca.
En la actualidad se están replicando las investigaciones en LIFU en enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica y tumores cerebrales, principalmente gliobastoma multiforme, el tipo de tumor cerebral más agresivo, con lo que “se están abriendo muchas puertas para actuar directamente sobre el proceso de la enfermedad”, concluye la doctora Gasca.
Citación HM CINAC en 91 2673201 o encuentra más información en www.hmcinac.com.