Cuando Lucía llegó a mi consulta estaba tremendamente angustiada. Estaba comenzando una relación con un chico que le gustaba muchísimo y temía echar a perder la relación. El motivo: no conseguía tener orgasmos cuando se acostaba con él. En realidad, Lucía nunca había conseguido tener orgasmos en pareja. Sí era capaz de tenerlos a solas, y con bastante facilidad, cuando se masturbaba con el vibrador. También había conseguido tenerlos alguna vez, aunque con mucha dificultad, usando sus manos.
Para ella esto siempre había supuesto un gran motivo de vergüenza. No entendía por qué le sucedía esto y su sensación era la de que "algo funcionaba mal en su cuerpo". Sus parejas anteriores se habían esforzado mucho para darle placer y que consiguiera el ansiado orgasmo, pero nunca con éxito.
Lo cierto es que muchas mujeres tienen dificultades para llegar al orgasmo en pareja. Para tener un orgasmo hay que estar relajada y desinhibirse… y eso a veces no es tan fácil, y más cuando tenemos a una persona al lado, mirándonos y atenta a todas y cada una de nuestras reacciones de placer. Los motivos por los que muchas mujeres no llegan al orgasmo en pareja son variados.
Centrarse en el placer de la pareja más que en el propio es todo un clásico. Si centro mi atención en que mi pareja se lo pase bien no podré disfrutar yo y, por tanto, no podré llegar al orgasmo.
Fingir los orgasmos. Si finjo los orgasmos, mi pareja no sabrá qué es lo que me gusta o lo que no. Además, eso me generará mucho malestar e insatisfacción, pues estaré cerrando la puerta a la posibilidad de conseguirlo.
Las dificultades para soltarse y desinhibirse. Cuando tenemos un orgasmo vivimos un auténtico momento de descontrol. Si estoy pensando que no soy atractiva, que debo complacer a mi pareja o que debo ser buena en la cama -o cualquier otra cosa que me saque del placer y me lleve a la cabeza- será muy difícil.
La falta de complicidad con la pareja. Si no me siento a gusto con mi pareja o no tengo la complicidad e intimidad necesaria, puede resultar más difícil llegar al orgasmo.
Tener orgasmos es algo que se aprende -ya sea a solas o en pareja- y el proceso puede ser más fácil de lo que creemos. Es algo muy frecuente y con lo que trabajo a diario. Os dejo algunos tips para empezar a trabajar en ello.
Se egoísta en la cama.
Siempre nos han dicho que ser egoístas es malo, pero es fundamental que lo seas en la cama. Céntrate en tu placer, pide lo que te gusta y haz únicamente aquello con lo que te excites. Tú disfrutarás mucho más y a tu pareja le encantará verte disfrutar tanto.
Permítete sentir cosas nuevas.
Seguro que tu pareja no te toca como tú lo haces ¡ni falta que hace! Al orgasmo se puede llegar por muchos caminos, así que olvídate de pedirle que replique exactamente lo mismo que te haces tú. Disfruta de las caricias que te dé, y ya veremos a dónde te llevan. La excitación que vas a sentir en pareja será muy diferente a la que sientes a solas.
Deja de intentar tener un orgasmo.
No hay nada peor para tener un orgasmo… ¡que intentar tenerlo! Para tener un orgasmo no hace falta más que placer y descontrol, y cuando estamos "intentando" no estamos sintiendo ni descontrolado, sino todo lo contrario.
Salta al vacío.
Tener un orgasmo implica dejarse llevar y eso puede provocar una sensación de "abismo". Aunque sabemos que lo que vamos a sentir es positivo puede darnos mucho miedo lanzarnos a sentirlo, pues es desconocido y no lo controlamos. Recuerda que no va a pasar nada malo ¡sólo va a ser placer!, lo vas a disfrutar y a tu pareja le encantará verte disfrutar tanto.
*Ana Lombardía es psicóloga y sexóloga.