El Centro de Control de Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU ha eliminado de su página web la recomendación de evitar el uso del cigarrillo electrónico tras cerrar una investigación sobre el papel del vapeo en una serie de casos de lesiones pulmonares. Así, las autoridades sanitarias estadounidenses han dado marcha atrás en un veredicto inicial motivado por la dimensión del caso y el desconocimiento sobre el verdadero papel del vapeo en estas afecciones.
Aunque ya se empezaron a registrar casos en junio del pasado año, según la CDC, el pico en estas estadísticas se produjo en septiembre. Aunque se han ido reduciendo el número de casos, hasta mediados de enero se habían registrado 2.668 hospitalizaciones y hasta 60 muertes en Estados Unidos.
Ante el incremento de enfermos, este organismo había recomendado abstenerse por completo de vapear. Sin embargo, las conclusiones de la investigación apuntan a que el origen de esta serie de afecciones se halla en el uso de sustancias añadidas al líquido de vapeo de forma irregular e ilícita, fuera de los circuitos comerciales.
Sustancias relacionadas con el cannabis
Concretamente se ha determinado que hasta el 80% de los pacientes reconocieron haber consumido productos que contenían acetato de vitamina E, una sustancia que se utiliza para espesar el THC, principal ingrediente psicoactivo del cannabis.
Este dato motivó una actualización reciente en la información que emite la CDC, que reducía el ámbito de la recomendación al uso de este compuesto específico, aunque mantenía también el consejo de evitar todo tipo de vapeo en caso de estar preocupados por padecer futuras enfermedades. Es precisamente esta última frase la que ha sido eliminada en la última revisión del texto.
Aun con esta puesta al día en las recomendaciones y con la 'absolución' del vapeo en relación a este episodio tan polémico, la CDC sí que mantiene entre sus consejos que los exfumadores que hubieran abandonado el tabaco gracias a los cigarrillos electrónicos con nicotina no deberían volver a fumar. Y les insta, además, a buscar ayuda profesional para encontrar métodos alternativos para lograrlo, entre los que señala el vapeo como uno más.
"Las recomendaciones de la CDC se refinaron para reflejar mejor la evidencia científica disponible y para proteger mejor la salud pública"
"A medida que la evidencia científica disponbible se ha acumulado y los casos de lesiones pulmonares relacionadas con el vapeo han continuado disminuyendo, las recomendaciones se refinaron para reflejar mejor la evidencia científica disponible y para proteger mejor la salud pública", dijo Brian King, el responsable del CDC que ha coordinado la investigación, en declaraciones que recoge The Wall Street Journal.
Lo que se ha mantenido inalterable es la recomendación de no usar estos dispositivos por parte de menores, algo en lo que se hace especial énfasis, de mujeres embarazadas, y de cualquier persona que no haya fumado ni vapeado con anterioridad.
¿Podría pasar algo así en España?
Si bien esta investigación pone el foco en el uso de sustancias concretas adquiridas por vías ajenas a la legalidad, el hecho de que se haya adulterado un producto traslada la cuestión a España y en qué medida podría ser algo así posible en nuestro país.
Ángel González Ureña, profesor Honorario del Departamento de Química Física Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid, una de las figuras que más y mejor conoce las características del vapeo, comentó para EL ESPAÑOL que algo así sería imposible porque nuestra legislación en este ámbito es más restrictiva, aunque deja claro que aquel que quiera usar cigarrillo electrónico debe "comprar los productos en establecimientos o distribuidores legalmente autorizados" si bien, añade, "nadie discute que lo mejor y lo óptimo es dejar de fumar. Eso es lo más sano".