Rondaban las diez de la noche de este sábado cuando los periodistas que cubren el Ministerio de Igualdad recibían este mensajes en los canales de WhatsApp y Telegram de este ministerio: "Buenas noches. Tras pasar los días de cuarentena establecidos por los protocolos sanitarios, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha dado positivo de nuevo en la prueba del COVID-19 [sic]. Se encuentra bien y seguirá en cuarentena trabajando desde casa al menos una semana más por indicación de las autoridades sanitarias".
La mandataria ya había reaparecido en la vida pública este jueves, al conceder una entrevista al programa Al rojo vivo en la que hizo unas polémicas declaraciones, al achacar su asistencia a la manifestación del 8M a los expertos y las autoridades sanitarias, lo que algunos consideraron una forma del culparlos.
La entrevista la concedió desde su casa de Galapagar y justo coincidía con el día 14 desde su aislamiento tras haber dado positivo a la prueba del coronavirus Sars CoV-2 el día 12 de marzo. Según los protocolos, este el tiempo indicado para finalizar el aislamiento.
"El aislamiento se mantendrá hasta transcurridos 14 días desde el inicio de los síntomas, siempre que el cuadro clínico se haya resuelto", reza el documento del Ministerio de Sanidad sobre manejo domiciliario de la COVID-19, la enfermedad que causa el nuevo coronavirus.
Entonces, ¿por qué Montero daba positivo tras dos semanas encerrada no sólo en casa sino en una habitación propia y, si podía, con un baño de uso exclusivo -algo que se presupone en su chalet-, según los protocolos del Ministerio de Sanidad?
¿Sería, quizás, porque su pareja y vicepresidente tercero del Gobierno había salido de casa durante su cuarentena -en virtud del reglamento sanitario que permite hacer excepciones- y la había reinfectado después? ¿Sería, tal vez, porque el primer test que le hicieron era defectuoso, como la partida de 650.000 devuelta por Sanidad a la empresa Bioeasy que, a pesar de tener el marcado CE y poder comercializar en España, parece que no envió productos en buen estado?
La realidad es mucho más simple que todo esto. Simplemente, aunque la mayoría de los casos leves y que no requieren ingreso hospitalario se curan en ese periodo de tiempo, no es poco habitual que se exceda esa cifra. Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine afirmaba que "los datos preliminares apoyan los 14 días de observación médica tras el diagnóstico de la enfermedad", pero otros trabajos, aún no publicados, hablan de la posibilidad de extender la cuarentena una o dos semanas después de ese día.
Para ello, se ha establecido desde el principio un criterio de curación: antes de declarar el alta las personas tienen que dar negativo en dos pruebas PCR separadas por al menos 24 horas. Si no lo hacen, el periodo de cuarentena se extiende.
Esto es lo que parece haberle ocurrido a Irene Montero y también a la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias.
En ningún momento, las políticas comunicaron haber dado negativo en un test para detectar la presencia del Sars CoV-2, por lo que simplemente su periodo de aislamiento no ha sido el suficiente, como ocurre en algo más del 1% de los casos.
Aún así, y puesto que este virus parece decidido a no dejar a las estadísticas llegar a conclusiones inapelables, también ha habido casos de personas que han vuelto a dar positivo después de dos pruebas negativas, como señaló en su Twitter un experto del Hospital Mount Sinai.
Una vez más, queda de manifiesto que aún hay mucho que descubrir sobre un coronavirus que, sin duda, no sólo está suponiendo el mayor desafío para los gobiernos de gran parte del mundo y la sociedad, sino también para la comunidad científica mundial.