El coronavirus Sars CoV-2 sigue cebándose con nuestro país. Pese a que la curva de contagios parece haberse estabilizado, los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad siguen siendo escandalosos. España acumula más 110.000 casos positivos y es, con 11.000 personas fallecidas, el tercer país con un mayor número de muertos, sólo por detrás de Estados Unidos e Italia. Son muchas las incógnitas que aún rodean al virus y una de ellas es la cantidad de personas que realmente se ha infectado, pudiendo haber desarrollado los síntomas o no. Conocer esta cifra es clave para saber cuán cerca podemos estar de la tan cacareada inmunidad grupal.
En las últimas semanas han surgido distintos modelos matemáticos que hablan de unas cifras de infectados mucho más altas que las declaradas por las autoridades sanitarias. El informe más llamativo hasta la fecha fue publicado hace unos días por investigadores el Imperial College de Londres, una reputada institución que colabora con la Organización Mundial de la Salud. En él se apunta que España podría tener hasta siete millones de infectados. Ahí es nada: el 15% de la población. En realidad, sería una buena noticia, porque indicaría que el virus no es tan mortal como parece.
No es ni mucho menos el único trabajo que apunta en esa dirección. El Centro para Modelado Matemático de Enfermedades Infecciosas de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (Reino Unido) estimó hace una semana, cuando teníamos unos 10.000 casos positivos, que la cifra real de infectados era de 564.207 personas. De esta forma sólo se habrían diagnosticado un 5,3% de los contagios reales. Estas cifras, según los autores, podrían evidenciar que la mayoría de casos de Covid-19 en España han sido asintomáticos o se han dado con síntomas muy leves. Además, también explicaría las tasas de letalidad tan elevadas que tenemos en nuestro país.
Uno de los últimos e importantes trabajos que apuntan en esa dirección acaba de ser publicado en la revista JAMA por investigadores del departamento de Salud Pública de Los Ángeles (Estados Unidos). Durante el mes de marzo, los especialistas realizaron un estudio para saber qué proporción de enfermedades leves, ambulatorias y similares a la gripe fueron causadas por el coronavirus Sars CoV-2 en un centro médico de la ciudad estadounidense. Los resultados muestran que hasta un 5% de las personas que tenían síntomas catarrales (tos o estornudos) habían desarrollado en realidad la Covid-19.
Para llegar a esta conclusión, los médicos realizaron durante cuatro días la famosa prueba diagnóstica PCR (siglas de 'reacción en cadena de la polimerasa') a pacientes que presentaban síntomas leves similares a los que aparecen en los enfermos de Covid-19. Los investigadores dejaron fuera del estudio a todas aquellas personas con antecedentes de exposición (que habían viajado a algún país con focos de contagio, tenido contacto personas enfermas, o presentaban infecciones respiratorias) y analizaron las pruebas realizadas para diagnosticar la gripe y los casos positivos de este virus que se dieron en el centro hasta el 18 de marzo.
"Se realizaron 131 pruebas para Sars CoV-2 y 7 fueron positivas (5,3%)", se puede leer en los resultados de la investigación. Asimismo, seis de los siete pacientes que dieron positivo tuvieron fiebre, cinco dolores de cabeza, y uno tos. Los resultados, pese a que sólo se trata de un 5% de los pacientes, podrían señalar el camino de algo que ya han apuntado otras investigaciones: los casos asintomáticos podrían estar contribuyendo a la propagación del virus. "Estos pacientes tenían una enfermedad lo suficientemente leve como para estar activos durante toda su enfermedad, lo que aumenta la posibilidad de transmisión", dicen los autores del trabajo.
"A nivel epidemiológico, esto puede tener unas consecuencias enormes porque implicaría no sólo una baja letalidad, sino también que estamos cerca de la inmunidad grupal", explica Jacobo Mendioroz, especialista de medicina preventiva y epidemiología de atención primaria del Instituto Catalán de Salud Cataluña Central. Así, si se confirman los datos que se manejan a través de estas investigaciones, la letalidad del virus en los distintos países en los que hay focos de contagio también estaría sobreestimada y sería mucho más baja que la que muestran las estadísticas.
El estudio cuenta con algunas limitaciones. La primera y fundamental es el muestreo realizado: un solo centro médico y un número reducido de pacientes. Sin embargo, los autores apuntan que estos resultados llevan a pensar que los esfuerzos de contención impulsados por las autoridades norteamericanas "no tendrían éxito" y animan a adoptar "una estrategia de mitigación más agresiva para reducir la morbilidad y mortalidad de la Covid-19".