Conocer las verdaderas dimensiones de la epidemia de COVID-19 para orientar las medidas de salud pública futuras relacionadas con su control. Ese es el principal objetivo del primer estudio de seroprevalencia sobre esta enfermedad que se va a realizar en España.
La encuesta –según anunció el martes el ministro de Sanidad, Salvador Illa– comenzará la próxima semana, será liderado por la directora del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Raquel Yotti, y va a contar con la colaboración del Instituto Nacional de Estadística (INE) para la selección de una muestra aleatoria de alrededor de 60.000 personas (en dos oleadas de 30.000 personas cada una).
"Este estudio se va a empezar a hacer en los próximos días y va a tener un periodo de ejecución de tres semanas. Es un trabajo al que le damos mucha importancia porque nos va a permitir comprobar el grado de expansión del virus en la sociedad española", declaró Illa en rueda de prensa.
El estudio empezará en los próximos días con un periodo de ejecución de tres semanas y comprobará el grado de expansión del virus en la sociedad española.
Se espera que este amplio análisis seroepidemiológico proporcione estimaciones de prevalencia de infección presente o pasada –y el consiguiente estado inmunológico– con suficiente precisión y, además, permita disponer de información continua sobre la evolución de la epidemia aún en curso.
"Estos estudios tienen una extrema importancia para conocer la historia natural de la enfermedad. Al detectar los pacientes con anticuerpos frente al virus, tanto sintomáticos como asintomáticos, ofrecen un dato más específico del alcance de la diseminación del virus", explica a Sinc Alberto Delgado-Iribarren, jefe de Servicio de Microbiología y Parasitología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Muestra representativa de la población
Para garantizar la representatividad a escala provincial, autonómica y nacional, la muestra estará constituida por las 50 provincias españolas y las 2 ciudades autónomas, teniendo en cuenta el tamaño de los municipios con un mínimo de unos 600 sujetos en cada provincia y otra parte proporcional a la población. En el caso de Barcelona se hará como mínimo a 4.000 personas y en Madrid, a 5.000.
Sobre la frecuencia con que se realizarán estos estudios, Delgado-Iribarren lo tiene claro: "Lo importante es empezar ya y, probablemente, hacerlos secuencialmente hasta que superemos la crisis".
Los participantes podrían estar expuestos al SARS-CoV2 y, en ese caso, hay que informarles y tomar medidas de forma inmediata.
La cohorte estará formada a partir de una muestra de todos los miembros de hogares de personas no institucionalizadas para que se incluyan participantes de todos los grupos de edad.
"Se volverá a los hogares cada 21 días para medir de nuevo durante todo el tiempo que se considere necesario mantener la vigilancia", indica el borrador del estudio.
Consideraciones éticas
Como España se encuentra todavía inmersa en una epidemia activa, el estudio seroepidemiológico debe tener en cuenta el hecho de que contar con anticuerpos frente a la enfermedad no es incompatible con ser contagioso. Por eso, hay que incorporar la toma de medidas de salud pública necesarias para evitar la trasmisión dentro de casa.
"Los participantes del estudio podrían estar expuestos al SARS-CoV2 y, en caso de que sea así, hay que informarles y tomar medidas de forma inmediata", cita el borrador. Además, se tratará de minimizar el personal sanitario necesario para la obtención de muestras y se asegurará en todo momento su protección.